El defensor y capitán del seleccionado uruguayo, Diego Lugano, aseguró ayer que su equipo
“para hacer historia” deberá “ganar” el Mundial de Sudáfrica 2010 y afirmó
que concretar ese objetivo es “tan difícil como posible”.
“Estoy muy feliz de representar a un país con una cultura futbolística como creo hay
pocos en el mundo. En Uruguay para hacer historia hay que ser campeón del mundo. Quedan dos
finales, es tan difícil como posible”, dijo el capitán de la “Celeste”, quien
está en duda por una lesión de cara a la semifinal de hoy ante Holanda.
“Para los que conocen bien al grupo no debe ser una sorpresa. Siempre creímos en
nosotros”, agregó Lugano al explicar que su seleccionado mejoró notablemente una vez que se
sacó de encima “la presión” por no haberse clasificado a Alemania 2006.
“Nos quitamos presión, ahora es la fiesta máxima, no tenemos la misma responsabilidad y
la obligación que todo uruguayo tiene para clasificar a un Mundial”, expresó Lugano.
“En realidad somos los mismos jugadores, la misma mentalidad, el mismo hambre de
gloria, el mismo respeto por la camiseta, sólo que ahora estamos en la mayor fiesta futbolística y
cualquier resultado toma mayor dimensión. Por otra parte, todo sabemos que las eliminatorias
sudamericanas son muy duras”, añadió el capitán.
“Ahora el sueño es cada vez mayor, la realidad del equipo también fue creciendo a
medida que fuimos avanzando en el torneo”, consideró el defensor del Fenerbahce de Turquía.
El delantero Sebastián Abreu, autor del último gol en la definición desde los doce pasos ante
Ghana por los cuartos de final, coincidió con Lugano en que la meta ahora es ser campeones
mundiales. “La gente ya nos premió, pero la historia manda y hay que continuar”,
afirmó.
El defensor Mauricio Victorino apuntó que el sueño de ser campeón siempre estuvo y sigue.
“Cada vez estamos más cerca”, se ilusionó el jugador de la Universidad de Chile.
Varios jugadores del plantel de Oscar Tabárez atendieron a la prensa en el hotel donde se
alojaron durante su estadía en Johannesburgo, antes de volar en horas de la tarde hacia Ciudad del
Cabo, escenario de su choque con Holanda.