La ordenanza del 23 de octubre de 2008 surgió como una respuesta del Concejo y el municipio a
los reiterados casos de ataques contra taxistas. Y pese a que está en plena vigencia, hoy resulta
inaplicable en varias de sus exigencias. Por ejemplo: desde enero pasado todos los taxis cero
kilómetro deberían contar con una mampara divisoria entre pasajeros y chofer, pero ninguna de las
dos empresas que se presentaron como proveedoras puede abastecer el blíndex por no contar con las
pruebas balísticas que otorga el Registro Nacional de Armas (Renar). De igual modo, la cámara
fotográfica en el habitáculo presenta tantos inconvenientes técnicos que ya no se exige. Por ello,
en la actualidad sólo puede cumplirse con el GPS, la radio y el botón de pánico para conectarse con
la policía ante un robo.
La normativa sobre elementos de protección y seguridad para taxis
establecía: un sistema de localización automática de coches vía GPS, un botón de pánico, un
micrófono ambiental para captar conversaciones en el habitáculo del vehículo y una cámara
fotográfica.