Oslo. - Al menos 92 muertos, una veintena de heridos en condición grave o desesperada y un criminal confeso que tiene antecedentes de extrema derecha. Es el balance que hacía Noruega ayer del terrible doble atentado perpetrado el viernes por un hombre de 32 años, al parecer en solitario: primero detonó un cochebomba en el centro de Oslo, devastando la zona de edificios gubernamentales, y dos horas después causó una matanza de 85 jóvenes y adolescentes en un camping del Partido Laborista, a cargo del gobierno noruego. Noruega estaba ayer en estado de shock y se interrogaba sobre cómo pudo ocurrir algo semejante en una de las sociedades más abiertas y pacíficas del planeta. Los testimonios de los adolescentes sobrevivientes dan cuenta de la hora y media de horror que desató el terrorista al llegar al campamento en la isla de Utoya (ver página 28).
Anders Bhering Breivik, de 32 años, se entregó después de una hora y media de tirotear con total impunidad a los jóvenes en Utoya. La policía tardó ese tiempo en reaccionar, porque no halló un helicóptero para llegar hasta la isla. Breivik es un granjero que fue miembro de un partido anti-inmigración, que criticaba el multiculturalismo y el "marxismo cultural" del gobernante Partido Laborista noruego.
La policía dice que Breivik no estaba en sus registros y las personas que lo conocían aseguran que era callado, pero apasionado. Era miembro de un club de tiro y tenía permiso de tenencia de armas. Breivik utilizó una pistola y otra arma automática. No disparó locamente, sino con método y detenimiento, tomándose varios segundos entre tiro y tiro. Cuando la policía llegó a Utoya y ordenó a Breivik que dejara sus armas, este lo hizo sin ofrecer resistencia.
"Atroz pero necesario". El joven confesó su doble crimen, según dijo su abogado. "Dijo que cree que sus acciones fueron atroces, pero que en su mente eran necesarias", comentó el abogado, Geir Lippestad
Breivik es propietario o inquilino de una granja a 150 km de Oslo, en Hedmark, corazón agrícola de Noruega. Allí acumuló varias toneladas de un fertilizante, el nitrato de amonio, altamen te explosivo. Con este material construyó la bomba que devastó el centro de Oslo y dejó siete muertos el viernes a la tarde, antes de dirigirse a Utoya para desatar la masacre mayor.
Breivik "era más bien introvertido en la escuela, a pesar de que era un buen estudiante", según explicó Michael Tomola, quien estudió con él en la secundaria entre los 13 y los 16 años. "Estoy muy sorprendido. Yo tenía una buena impresión de él, aunque se ponía muy extremista con las cosas que le interesaban", agregó Tomola.
En su perfil de Facebook incluye una gama de intereses, como la caza y los análisis políticos. Tiene como ídolos al ex primer ministro británico Winston Churchill y al noruego Max Manus (1914-96), luchador de la resistencia contra la ocupación nazi. También se declara amante de la música clásica, de la "Crítica de la razón pura" de Kant y de "La Riqueza de las Naciones", de Adam Smith. Sus posteos en Internet critican las políticas europeas que buscan acomodar las culturas de los distintos grupos étnicos, y alertan que jóvenes musulmanes británicos apoyan a la militancia radical terrorista. "¿En qué momento el multiculturalismo deja de ser una ideología diseñada para deconstruir la cultura, tradiciones, identidad y Estados nación europeos?", se interrogó el 2 de febrero de 2010 en el sitio web www.document.no. Además redactó poco antes de los atentados un "manifiesto" de 1.500 páginas y lo publicó en Internet bajo el seudónimo Andrew Berwick. El texto gira en torno a la "guerra de razas" y cómo liberarse de los inmigrantes. La última anotación fue hecha dos horas y media antes de que estallara la bomba en Oslo.
Militancia juvenil. Entre 2004 y 2006 Breivik fue miembro del Partido Progreso, el segundo del Parlamento noruego, según informó el jefe de prensa de la agrupación, Fredrik Farber. Entre 1997 y 2006 perteneció a la juventud del partido. Posteriormente dejó esa formación por resultarle demasiado moderada. El Partido Progreso busca imponer restricciones a la inmigración, pero no es una formación de la extrema derecha europea. La líder de Progreso, Siv Jensen, recalcó que el atacante había dejado el partido. "Ya no es miembro. Nunca fue muy activo y nos ha costado encontrar a alguien que supiera de él", sostuvo. Breivik también fue masón, miembro de la logia noruega San Juan Olaus de los Tres Pilares.