El arduo oficio de emocionar con el viejo arte de la ilusión
El oficio de marionetista puede parecer muy romántico, pero según Juan Manuel
Arana, detrás del producto terminado hay "1500 horas de trabajo por día", exageró con humor. Juan
Manuel, que da sus shows los fines de semana en San Martín y Córdoba, mostró su trabajo en Europa
durante tres temporadas y hoy tiene un taller...
30 de diciembre 2008 · 01:00hs
El oficio de marionetista puede parecer muy romántico, pero según Juan Manuel
Arana, detrás del producto terminado hay "1500 horas de trabajo por día", exageró con humor. Juan
Manuel, que da sus shows los fines de semana en San Martín y Córdoba, mostró su trabajo en Europa
durante tres temporadas y hoy tiene un taller donde se desarrolla todo el proceso de montaje de
obras propias como de otras producciones locales.
Su oficio de marionetista, una herencia cultural de su abuelo constructor de
juguetes de madera que aprendieron él y su hermano Maximiliano, le llegó después de varios intentos
en distintas ramas del arte. Así fue como en 2003 abandonó el teatro y quiso cambiar el rumbo:
"Decidí tomar otro camino y alejarme del teatro... no sabía cuál sería, pero quería alejarme",
bromeó. Así formó la compañía "Los Arana", junto a su hermano.
Con el tiempo empezó a sentir la necesidad de contar pequeñas historias. "Con el
tema de las marionetas fue como descubrir un mundo nuevo. Hicimos temporadas en España y Francia en
2005, 2006 y 2007. Nos fuimos como una aventura y se fue consolidando. Ahora sabemos cómo es el
circuito, aparecen festivales y hay organizadores que te ven y van apareciendo. Así actuamos en
Barcelona, Madrid, el norte de España y en París", recordó.
Las propuestas de la compañía Los Arana son "Frankinatra en vivo", "que es un
juego de palabras con una pequeña historia en la que el personaje se levanta, canta y muere"; "El
show de la música", donde los títeres representan a Elvis Presley, Frankinatra (Frankenstein más
Sinatra),y un integrante de Los Plateros; "Relicario", hecho de fragmentos de su historia familiar
y "Presente en movimiento", sobre la soledad, la angustia y el amor.
Entre los proyectos figuran una producción para llevar de gira por el noroeste,
el interior de Buenos Aires y la Patagonia basada en "El Principito". "Es algo muy ambicioso, con
proyecciones, marionetas y teatro con la técnica del teatro negro", relató.
Sin embargo, el esfuerzo y la perseverancia no siempre tienen los resultados
esperados, dijo Arana: "Lo mejor de este trabajo es que, si la respuesta es positiva, permite ser
aceptado, no como individuo sino en el oficio. Y lo peor tener que ser disciplinado. Cuando la
autoestima y las defensas bajan, la vulnerabilidad es fuertísima".
Por eso aseguró: "Somos muy enfermitos del trabajo. El taller que tenemos es
como un laboratorio maldito. Estamos como 1500 horas por día. La idea sería algo así: poder ser
anarquista, pero respetar los semáforos en rojo. Detrás de la superficial anarquía hay una
estructura muy sólida que se fue construyendo con voluntad y que por eso funciona", aseguró.
Sin solemnidad
“Tenés que llevar las cosas hasta las últimas consecuencias”, dijo
Juan Manuel Arana sobre su trabajo. “Las medias tintas son la antesala de la traición. Esto
implica rescatar este oficio con una responsabilidad, no tan solemne, pero sí con responsabilidad.
Y que sea un medio de vida. No hay mucho más misterio”.