El día después de la decisión del juez Juan Carlos Vienna de apartarse de la megacausa en la cual se investiga desde hace dos años los hechos ilícitos derivados de la actividad narcocriminal de la banda Los Monos, estuvo marcado por las críticas directas de los abogados defensores de algunos de los imputados. Además, hubo reuniones entre secretarios, sumariantes y empleados en el despacho de Alejandra Rodenas, la jueza que ahora deberá evaluar si acepta o no el delicado expediente.
Mientras los más de 80 cuerpos de la causa Nº 913/12 conteniendo 19.000 fojas, anexos y documental eran trasladados en una carretilla y tras varios viajes por una empleada, desde el juzgado de Instrucción Nº 4 a cargo de Vienna al Nº 5 que no tiene juez pero cuyas causas tramita Rodenas, en los Tribunales se escucharon los coletazos de la determinación que adoptó el magistrado amparado en la violencia moral que significó a su entender la divulgación de una foto junto a Luis Alberto Paz, padre del joven asesinado en septiembre de 2012, hecho que dio origen a la causa.
José Nanni y Carlos Varela, abogados penalistas que representan a algunas de las personas involucradas y procesadas en la causa, no ahorraron críticas, sobre todo por lo realizado hasta el momento en que Vienna decidió apartarse.
"Primero debe resolver los planteos de recusación que le hemos presentado oportunamente, porque yo puedo estar en desacuerdo y apelar. Pero el magistrado no quiere dar el brazo a torcer", indicó Nanni sobre el pedido de apartamiento contra el juez que hicieron en su momento junto a su socio, Paul Krupnik, pero que el magistrado en su resolución de excusación declaró "abstracto". Es decir que ya no tiene controversia por dirimir.
Nanni defiende los intereses del policía Sergio Blanche, procesado junto con otras 35 personas (entre civiles y miembros de fuerzas de seguridad) en la causa que se inició con el crimen de Martín "Fantasma" Paz, vinculado al clan Cantero del barrio Las Flores y asesinado el 8 de septiembre de 2012 en un claro ajuste de cuentas.
Primero lo primero. El abogado dijo que el juez, antes de apartarse, tiene la obligación de expedirse sobre la recusación porque de esa manera habilita el derecho de apelar a una instancia superior. Además, recalcó que evalúa pedir la revocatoria de la resolución en la que Vienna se desprende del expediente tras alegar "violencia moral".
Trascartón, el letrado se despachó: "En este caso la pregunta del millón nadie la contestó. Y es ¿qué hacía Vienna al lado de Luis Paz?". Aludió así a la polémica foto que se divulgó la semana pasada en la cual se observa al juez compartir la tribuna de una velada boxistica que se realizó en un estadio de San Antronio (Texas, Estados Unidos) con el padre de "Fantasma".
En tanto, el abogado Carlos Varela (defensor de Ariel Máximo "Guille" Cantero, entro otros de los acusados) trazó su mirada sobre la repentina determinación del juez Vienna. "Es una decisión que obedece a razones personales. Siempre que se alega violencia moral es difícil analizarlo porque es una cuestión íntima, y él manifiesta que tiene inestabilidad emocional para seguir entendiendo en la causa. Tendrá que analizarlo eventualmente el tribunal de alzada", remarco Varela.
En la misma línea que su colega Nanni, subrayó que "es justo que los incidentes de recusación deban ser resueltos por sí o por no, sin perjuicio de la excusación. Entendemos que debió hacerse lugar a la recusación pero si el juez entendió que no era procedente, tenía que manifestarlo expresamente antes de excusarse y continuar con el trámite en la alzada, como lo establece la ley procesal".
Asimismo, Varela recordó que su estudio interpuso un incidente de recusación primigenio, que tenía que ver con la planilla migratoria (en la cual figura que el juez Vienna ingresó al país luego de un viaje a Estados Unidos casi a la par que Luis Paz) que está siendo tratado por la Corte Suprema de Justicia.
Fotos y planillas. "La semana pasada acompañamos como hecho nuevo las fotografías (de la velada boxística realizada en diciembre pasado), incidente también planteado ante el juez, además de declaraciones que llevan a nuestros clientes a tener un temor de parcialidad que está evidenciado. Y por eso se pide el apartamiento", describió Varela sobre el tortuoso trámite.
Y agregó que "el fundamento de la recusación es aquel vinculado con las planillas de migraciones que culminan con la presencia del juez en el espectáculo deportivo que fue a ver" a los Estados Unidos.
"El señor Paz es el padre de Martín, cuyo asesinato dio pie a la investigación, las órdenes de allanamiento a numerosos domicilios, las interceptaciones telefónicas y las detenciones. Sobre esa base entendemos que hay un temor de parcialidad evidente de parte de nuestros clientes", indicó el letrado al remitirse al origen de las actuaciones.
"Esperemos que la Corte se expida por estos hechos, aunque no tiene plazos. Pero lo mejor para una correcta administración de Justicia y de las instituciones es que se expida con urgencia", dijoi Varela. Y dejó abierta la posibilidad de plantear la nulidad de todas las actuaciones. "Es lógico si hubo una prueba evidente de un contacto directo que pudo contaminar el ánimo del juzgador. Es muy posible que se hagan planteos procesales que tengan que ver con nulificaciones de la causa. Casi es una lógica jurídica absoluta".
Reuniones herméticas. En tanto, en el juzgado de Alejandra Rodenas ayer era incesante el trajinar de secretarios, sumariantes y empleados. Por escrito, la jueza solicitó que Vienna cumpla con algunas formalidades procesales (como notificar de su excusación a todas las partes, foliar la resolución que lo fundamenta e incorporarla al expediente) antes de decidir la cuestión de fondo: si acepta la causa o también se declara incompetente como pretenden las defensas al entender que, por ser una causa vinculada al narcotráfico, debe sustanciarse en los Tribunales Federales. En caso de conflicto, el expediente volverá a Vienna y éste deberá elevarlo a la Cámara Penal para que finalmente se defina en qué juzgado recala.
La emblemática causa se abrió el 8 de septiembre de 2012 con el crimen de Martín "Fantasma" Paz, de 27 años. Se trataba de un hombre vinculado directamente con el clan de barrio Las Flores liderado por la familia Cantero. A ese hecho le sucedieron una saga de represalias y hechos violentos. El más simbólico ocurrió el 26 de mayo de 2013 con el asesinato de Claudio "Pájaro" Cantero, reconocido líder Los Monos.
Desde que inició la pesquisa, pero fundamentalmente depués de una serie de allanamientos realizados en el barrio Las Flores el 31 de mayo de 2013, el magistrado atravesó controversias políticas y jurídicas, sobre todo respecto a su competencia para llevar adelante desde homicidios con tintes mafiosos derivados de la distribución y comercialización de estupefacientes hasta asociaciones ilícitas conformadas, según la pesquisa, por policías y pesos pesados del mundo del delito.
Lo que planteó Vienna
Las críticas de los abogados defensores de algunos de los imputados en la causa de Los Monos fueron en parte la respuesta a lo que el propio juez Juan Carlos Vienna planteó en su pronunciamiento para apartarse. Entonces, tal cual lo publicó La Capital ayer, dijo que los profesionales “hacen una tarea bien remunerada, y en función de ello y de las presiones de los imputados, especialmente de los detenidos, no tienen límites éticos en hacer presentaciones improcedentes, tendientes a anular una individualidad e inducir comportamientos falsos, que en definitiva forman parte de su trabajo”.
Y agregó que cuando no se puede discutir los hechos delictivos atribuidos se trata de perjudicar desprestigiando a los funcionarios policiales que se comprometieron con la causa (no a aquellos policías que están presos por hechos delictivos vinculados a la causa) y de desprestigiar al juez con revelaciones ajenas a la imparcialidad, que también forma parte de las reglas del juego.”