Darren Aronofsky ganó un concurso literario con un poema dedicado a Noé, la figura bíblica y cuando a mediados de los noventa escribió una lista con las diez películas que quería rodar en su carrera, "Noé", que se estrena hoy en Rosario, era una de ellas.
En el momento en que Hollywood le abrió las puertas para rodar su primera producción de gran presupuesto, tras el éxito de "El cisne negro", que recaudó más de 330 millones de dólares, lo tuvo claro. "Para mi Noé fue especie de santo patrón de mi vida creativa", afirma, y "una de las historias más grandes de todos los tiempos", afirmó el director a medios españoles sobre el filme protagonizado por Russell Crowe.
Aunque en la Biblia el episodio del diluvio universal ocupa apenas unos párrafos y Noé ni siquiera pronuncia una palabra, Aronofsky ha construido más de dos horas de película que podría encajar en el subgénero apocalíptico de moda, pero con una buena dosis de dramatismo, que por momentos muestra al personaje de Crowe como con fanático religioso.
"En el Génesis, la historia comienza con el Creador muy enojado, y con ansia de hacer justicia (mediante el diluvio) y después se mueve hacia la misericordia. Lo que queríamos era trasladar esa evolución al personaje de Noé", explicó el director sobre este trabajo en el que Crowe vuelve al cine con un personaje icónico, después de "Gladiador" (2000) y "Los Miserables" (2012).
"Al principio de la película Noé está lleno de odio, porque ve lo que los hombres han hecho, entre sí y al planeta, y a lo largo de la película aprende a ser piadoso", dijo sobre una película que también tiene, admitió, una lectura ecologista.
El director de filmes tan diferentes como "Requiem para un sueño" o "El luchachor" insistió en que la historia elegida para su sexto trabajo es universal, "como el patrimonio de la Unesco", y que "no sólo pertenece a la gente religiosa".
La definición está relacionada con la polémica que el filme generó en algunos países musulmanes, en los que se prohibió su difusión por considerar que contraviene los principios del Islam, en particular por representar a un profeta.
No es ese el único problema que debió enfrentar Aronofsky, que con una producción de 160 millones de dólares, tuvo sus conflictos con el estudio por el corte final del filme. "Finalmente logré una versión con la que me identifico plenamente, es la película que quería hacer. En última instancia es una película muy entretenida para familias, pero también para tener una conversación después. Uno siempre quiere sacar temas que generen debate, e intentar hacer algo nuevo y diferente siempre va a ser un desafío", señaló.
Crowe se sumó al apoyo al filme con una decidida cruzada en Twitter e intentó que el Papa Francisco diera la bendición a "Noé". Inclusive el ganador del Oscar por "Gladiador", asistió a una audiencia general en el Vaticano, donde se lo vio en la Plaza San Pedro.
Sin embargo el portavoz de la oficina de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, desmintió que el Papa hubiese cancelado una audiencia particular solicitada por el actor ya que, afirmó, en ningún momento hubo disponibilidad para ello. A pesar de todo, la figura del papa Francisco ha encandilado al actor. "Agradezco las iniciativas que ha tomado en ciertos asuntos. Ha demostrado ser bondadoso y reflexivo. Dada la cantidad de crítica y controversia que ha rodeado a la película, que nos invitara a la audiencia (general) me demuestra que esa bondad es real y no una campaña de relaciones públicas", manifestó Crowe.
Sobre las críticas que recibió el filme de parte de católicos extremistas que acusan a la película de poco fiel a la Biblia, y de tres países árabes por representar la figura del profeta Noé, algo contrario a la ley islámica.
"Hubo muchas críticas injustificadas", indicó Crowe. "Me parece estúpido hablar sobre algo que no viste y hacer suposiciones sobre algo que puede o no ser. Estoy seguro que los críticos verán la película, entenderán lo respetuosa que es y probablemente se arrepentirán de haber reaccionado de esa forma tan histérica", agregó.
El filme incluye en su reparto, además de Connelly y Crowe, a Nick Nolte, Emma Watson y Anthony Hopkins, Desde su estreno el 28 de marzo último, recaudó 50 millones de dólares en Estados Unidos.