El juez de instrucción Javier Ríos, que investiga el crimen de Angeles Rawson, rechazó el planteo de la defensa de Jorge Mangeri en el sentido de que el ADN del portero se encontró debajo de las uñas de la adolescente porque las muestras se habían contaminado.
Según la resolución, el magistrado valoró la declaración que prestó el biólogo y genetista Daniel Corach, creador y director del servicio de huellas genéticas de la facultad de farmacia y bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En esta causa, Corach actuó como perito oficial realizando los distintos estudios y cotejos de ADN. Ante el planteo de contaminación de los defensores Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi, negó que ésta se haya producido.
El testimonio "ha resultado de vital importancia para descartar la existencia de contaminación en las muestras de hisopados subungueales y, consecuentemente, han realzado la fidelidad del resultado de las pericias de los estudios comparativos de ADN", destacó Ríos.
"De hecho, no se advierte razón alguna, ni fáctica ni jurídica, para que los informes mencionados sean excluidos como objeto de prueba, pues con lo aquí actuado ha quedado absolutamente acreditado que los resultados de los informes de ADN fueron obtenidos siguiendo rigurosas pautas de seguridad para evitar todo tipo de contaminación", agregó.
El juez recordó que la defensa planteaba que las muestras se habían contaminado porque los hisopados de las uñas de Angeles se procesaron en el laboratorio al mismo tiempo que la sangre del imputado.
"Empero —dijo Ríos—, a pesar de esa aseveración teórica (la defensa) no explica siquiera cómo supone que se habría producido la contaminación de unas con otras, lo que queda en una mera conjetura de la parte sin una justificación precisa ni encuentra apoyo en la evidencia incorporada".
El magistrado sostuvo también que de las manifestaciones de Corach "surge la totalidad de recaudos adoptados tanto en la preservación de las muestras como durante su manejo".
Además valoró que el laboratorio de la UBA realizó aproximadamente 10.000 casos de genética forense y que en ninguno se detectaron contaminaciones cruzadas.