El déficit presupuestario de Estados Unidos podría dispararse a 1,186 billón
(miles de millones) de dólares en 2009, anunció ayer la oficina de presupuesto del Congreso, en lo
que sería un abierto desafío para la gestión del presidente electo Barack Obama, quien asume en dos
semanas.
El déficit caería a 703.000 millones de dólares en el ejercicio fiscal 2010, que
comienza el 1º de octubre de 2009, a medida que la recesión comienza a ceder en la segunda mitad
del año, dijo la dependencia, conocida por sus siglas en inglés de CBO.
No obstante, la brecha presupuestaria para ambos años posiblemente sea
significativamente mayor, dado que Washington se prepara para propinar un golpe a su economía con
un vasto paquete de estímulo, que está centrado en una fuerte rebaja de impuestos.
"La CBO anticipa que la actual recesión, que comenzó en diciembre de 2007,
durará hasta el segundo semestre del 2009, convirtiéndose en la recesión más larga desde la Segunda
Guerra Mundial", dijo la dependencia.
La CBO pronosticó que la economía se contraería un 2,2 por ciento en el 2009 y
un crecimiento de 1,5 por ciento para el 2010. Además, estimó que la tasa de desempleo seguirá
subiendo, alcanzando un 8,3 por ciento en el 2009 y 9 por ciento en 2010.
Obama dijo el martes que espera déficit de alrededor de un billón de dólares en
los próximos años, lo que lo obligaría a tomar decisiones difíciles desde el punto de vista
presupuestario cuando asuma sus funciones el 20 de enero.
Nefasto epitafio. El presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara de
Representantes, el demócrata John Spratt, dijo que el nuevo pronóstico del déficit de la CBO
representaba "un nefasto epitafio para el gobierno de Bush", recordando los superávit
presupuestarios que heredó de Bill Clinton.
Si bien señaló que respalda al gasto de dinero para tratar de sacar al país de
la recesión económica, Spratt sostuvo: "Debemos tratar de minimizar el impacto sobre el presupuesto
en el mediano y largo plazo".
Tras conocerse el rojo fiscal de EEUU, los mercados bursátiles reaccionaron con
bajas generalizadas en todos los índices.
Los enormes déficit presupuestarios previstos marcan un aumento sustancial
respecto de la brecha de 445.000 millones de dólares registrada el año pasado, que también alcanzó
un récord. Además, las previsiones no tienen en cuenta un plan de estímulo económico que Obama y el
Congreso considerarán durante el próximo mes, que podría totalizar 775.000 millones de dólares o
más en dos años.
Por otra parte, el presidente de la Reserva Federal de Kansas, Thomas Hoenig,
reafirmó los pronósticos pesimistas. Señaló que la economía de EEUU se contraería hasta mediados de
2009 y las señales de una posible recuperación aparecerían hacia el tercer trimestre.
El funcionario dijo que la extraordinaria intervención de la Fed en la economía
es necesaria para estimular la actividad, pero que conlleva riesgos. "La Reserva Federal debe ahora
administrar su hoja de balances, de manera que no sólo coloque liquidez en la economía, sino
también en una manera que no socave el funcionamiento de largo plazo de los mercados", afirmó
Hoenig.
El panorama de la economía, con las pérdidas financieras, el retraimiento del
consumo y la declinación en los mercados inmobiliarios, será "sombrío" durante por lo menos la
primera mitad del año, dijo. No obstante, una baja en los precios del petróleo y la eventual
estabilización de los mercados inmobiliarios y financieros deberían respaldar la recuperación,
agregó.
Críticas de China. Con estos pronósticos, el gobierno de China salió a criticar
duramente el manejo de la economía de EEUU y consideró que los países en desarrollo sirvieron como
"parabrisas" de un país azotado por la debacle económica, y aun así, Estados Unidos los culpa por
un problema causado por sus propias políticas, según dijo la prensa estatal china.
Dos punzantes comentarios de la agencia oficial de prensa Xinhua acusaron a
funcionarios de EEUU de confundir causa y efecto, e intentar evadir la responsabilidad.
"Una visión extraña surgió en algunos círculos económicos y del gobierno de
EEUU, que dice que los altos montos de ahorro en mercados emergentes como China y en países
exportadores de petróleo sembraron las semillas de una burbuja en el crédito global", señaló uno de
los comentarios. "Tal argumento es tanto irresponsable como insostenible", agregó la nota.