Estados Unidos suministró ayer los primeros vehículos todoterreno al gobierno ucraniano, inmerso desde hace meses en una lucha contra los separatistas prorrusos en la zona del Donbás, en el este del país.
“Valoramos el apoyo de Estados Unidos”, escribió el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, en su Twitter. El mandatario recibió en el aeropuerto de Borispol, en Kiev, 10 de los 230 vehículos del tipo Humvee anunciados, y probó uno personalmente.
Al mismo tiempo, Poroshenko ratificó una ley para la ampliación del Ejército nacional a 250.000 soldados. Con ello, las fuerzas de combate, de actualmente 184.000 efectivos, se incrementaron en más de un tercio, según la presidencia.
Poroshenko anunció su intención de sofocar el separatismo desde sus raíces.
Rusia y los insurgentes acusan a Ucrania de querer recuperar el control de la zona por la fuerza.
Estados Unidos prometió a Ucrania ayudas militares por 75 millones de dólares (casi 69 millones de euros). Además de los 230 vehículos militares, las fuerzas de combate de la ex república soviética recibirán también de Washington aparatos de radio, de visión nocturna y de radar de artillería.
Ucrania lleva tiempo esperando suministros de armas de Occidente. Rusia advirtió de duras consecuencias en el caso de que lleguen esas armas. Alemania se ha opuesto hasta el momento a suministrar armamento.
Por otra parte, el Ministerio del Exterior en Kiev informó que la cumbre entre la Unión Europea y Ucrania se llevará a cabo el 27 de abril. Ese mismo día se celebrará además una conferencia de donantes internacionales.
Para el próximo lunes está prevista una visita a Kiev del jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la encargada de Política Exterior del bloque, Federica Mogherini, quien ahora está en Cuba.
Auxilio de la Unión Europea. Ucrania está al borde de la bancarrota y la UE prometió ayer 1.800 millones de euros (2.000 millones de dólares) más en ayuda financiera para la ex república soviética.
Se trata de la mayor asistencia financiera otorgada jamás por la UE a un país que no forma parte de la unión.
“Este paquete de asistencia financiera será empleado para equilibrar el presupuesto y ayudar a Ucrania a mantener su economía, para pagar las deudas que vencen este año”, dijo el legislador de la UE Gabrielius Landsbergis.
Mientas tanto, representantes de Alemania, Francia, Ucrania y Rusia se reunieron ayer en París para deliberar sobre la implementación del plan de paz en el este de Ucrania. El acuerdo aprobado el 12 de febrero en la capital bielorrusa Minsk sólo ha sido aplicado en parte hasta el momento y las dos partes se han acusado mutuamente de violarlo.
Rusia volvió a pedir un diálogo directo entre Ucrania y los separatistas. El viceministro del Exterior ruso Grigori Karassin dijo que Kiev se niega a llevar a cabo este tipo de conversaciones y añadió que Rusia está dispuesta a más conversaciones al nivel de ministros.
Karassin dijo que durante el encuentro se habló, entre otras cosas, de los resultados logrados por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la zona de conflicto.
El plan de paz contempla un alto el fuego vigente desde el 15 de febrero que sin embargo es muy frágil. Un portavoz militar ucraniano informó hoy de varios ataques de los separatistas en el frente.
Según datos de la ONU, en el conflicto han muerto más de 6.000 personas desde abril.
Por otro lado, en medio de la lucha de poder entre los políticos ucranianos, Poroshenko destituyó ayer al influyente millonario Igor Kolomoiski como gobernador de la región industrial de Dnipropetrovsk.
Kolomoiski es considerado uno de los principales financiadores en la lucha contra los separatistas, pero recientemente fue controvertido porque sus unidades armadas ocuparon dos empresas energéticas semiestatales. Según las informaciones de prensa, Kolomiski quería evitar allí la destitución de los gestores que le eran afines.