Estados Unidos espió mails y conversaciones telefónicas de la presidenta brasileña Dilma Rousseff y sus asesores, así como del mexicano Enrique Peña Nieto, según documentos divulgados por la televisión brasileña. Rousseff podría suspender su próxima visita de Estado a Estados Unidos en octubre, mientras mandó convocar de urgencia al embajador de Washington en Brasilia y exigió explicaciones por escrito y públicas a Washington. El futuro del vínculo bilateral dependerá de esa respuesta, declararon ministros de Rousseff, que recurrieron a un tono encendido. "Dilma está irritada y muy molesta", señalaron fuentes del gobierno. México también reaccionó con molestia y pidió explicaciones a su poderoso vecino.
Documentos filtrados por el ex agente Edward Snowden y revelados el domingo a la noche por la TV del grupo Globo indican sin margen de duda que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés) espiaron llamadas telefónicas y mensajes de Rousseff y de sus principales asesores. La documentación de la NSA fue entregada por Snowden al periodista Glenn Greenwald, del diario The Guardian y colaborador de O Globo que vive en Río de Janeiro.
El documento revelado es una presentación interna de la NSA sobre sus herramientas de espionaje electrónico. La agencia dice que "fue capaz de aplicar con éxito esta técnica contra objetivos brasileños y mexicanos experimentados con OPSEC (sigla que significa con seguridad de operaciones)".
Impacto demoledor. El impacto podría ser demoledor para la aproximación de Brasil con Estados Unidos, que incluye una visita oficial de Rousseff a Washington en octubre. Según el flamante canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo Machado, el monitoreo de llamadas telefónicas y mensajes de correo electrónico entre Rousseff y sus asesores representa "una violación inadmisible e inaceptable de la soberanía brasileña. Este tipo de práctica es incompatible con la confianza necesaria a una asociación estratégica entre los dos países", agregó Figueiredo, quien previamente había convocado de urgencia al embajador de Estados Unidos en Brasilia, Thomas Shannon. Le exigió "prontas explicaciones, formales y escritas", por parte del gobierno de Washington. Figueiredo habló en rueda de prensa después de participar en una reunión de emergencia convocada por Rousseff con sus principales asesores. El canciller se negó a informar si el gobierno tiene previsto cancelar la visita de Estado de la presidenta a Estados Unidos, programada para el 23 de octubre. "Hoy no hablaré del viaje", expresó Figueiredo, quien sin embargo dejó claro que la visita, así como el estado de las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, dependen por entero de la calidad de la respuesta que reciba Brasilia a su pedido de aclaraciones formales enviado a través de Shannon.
El canciller dejó además en claro que, de confirmarse las denuncias, el gobierno brasileño tomará medidas para demostrar su "disconformidad. Estudiamos varias posibles reacciones. Por esto hemos pedido una explicación formal y escrita. Tenga la certeza de que el gobierno brasileño tomará las medidas necesarias", afirmó a los periodistas. El canciller agregó que Brasil también elevará el tema a la consideración de varios países —incluido el grupo BRICS— y a los foros internacionales. "Hay varias posibilidades, incluso en el área de derechos humanos. No permitiremos la violación de los derechos humanos de los brasileños, de su derecho a la privacidad y a la protección de sus datos personales. El gobierno no lo aceptará jamás", enfatizó.
"Indignada", Rousseff analiza la posibilidad de cancelar el viaje oficial a Estados Unidos si la administración de Barack Obama no da "respuestas satisfactorias" afirmó el diario Folha de Sao Paulo. Rousseff está no sólo "indignada", sino también "muy irritada", según asesores del área diplomática citados por el diario porque se siente "engañada" por el gobierno norteamericano.
La TV Globo también dio a conocer otro documento de la NSA en el que Brasil encabeza una lista de países sobre los que Estados Unidos tiene dudas. El documento, llamado "Identificando los retos para el futuro", formula la pregunta "¿Amigos, enemigos o problemas?" e incluye además a Egipto, India, Irán, México, Arabia Saudita, Somalia, Sudán, Turquía y Yemen.
El escándalo llega en momentos en que Estados Unidos busca venderle aviones F-18 a Brasil, en un contrato por más de 4.000 millones de dólares. Snowden filtró en junio decenas de documentos secretos de la NSA. Buscado por la justicia de Estados Unidos, el ex agente está refugiado en Rusia.
México, otro "blanco". La NSA también interceptó mensajes de Peña Nieto durante la campaña electoral de 2012 con algunos de sus futuros ministros. "El Equipo de Liderazgo de México de la NSA realizó un esfuerzo de desarrollo de blanco de dos semanas contra uno de los principales candidatos presidenciales de México, Enrique Peña Nieto", dice uno de los documentos mostrados por el programa de la TV Globo. El gobierno mexicano condenó el espionaje de las comunicaciones de Peña Nieto cuando era candidato presidencial y citó al embajador de Washington en el país, Anthony Wayne, para reclamar una "investigación exhaustiva". La Cancillería mexicana señaló que este tipo de prácticas "es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y a la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia". México solicitó asimismo al gobierno de Estados Unidos, mediante una nota diplomática, que deslinde las responsabilidades y sancione a los culpables.