El cierre del gobierno de EEUU está afectando seriamente a la mayor potencia mundial no sólo internamente, sino también en sus relaciones exteriores y dañando su imagen ante el mundo. Por un lado, la segunda ronda de negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) para lograr un acuerdo de libre comercio debió ser cancelada por el "cierre del gobierno" estadounidense, informó el comisario de Comercio de la UE Karel De Gucht. Por otro, Obama debió cancelar por el mismo motivo una ambiciosa gira por Asia en la que iba a disputar la primacía creciente de China, la que ahora aprovechará la ausencia forzada del jefe de la Casa Blanca para consolidar su poderío en la cuenca de Asia-Pacífico.
La situación que atraviesa Estados Unidos en el marco de la disputa entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto impidió que la administración estadounidense "envíe la semana que viene a Bruselas a funcionarios de Comercio y las agencias de gobierno", señaló De Gucht. Por ahora no se fijó una nueva fecha para las conversaciones, que estaban previstas para el lunes próximo en Bruselas.
Los funcionarios estadounidenses "prometieron proveernos con más información en cuanto sea posible sobre cuándo y cómo se pueden fijar nuevas fechas para este compromiso, incluyendo rondas de negociación", agregó el comisario de Comercio de la UE.
Ambas partes esperaban hacer progresos rápidos sobre el Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), lo que crearía el mercado de libre comercio más grande del mundo. "La cancelación es claramente desafortunada, pero déjenme subrayar que de ninguna manera nos distrae de nuestro objetivo general de lograr un acuerdo ambicioso de comercio e inversiones entre Europa y Estados Unidos que traiga reales beneficios económicos a la gente a ambos lados del Atlántico", señaló De Gucht. El representante de Comercio de EE UU, Mike Froman, garantizó a De Gucht que su país mantendrá informada a la UE sobre nuevas posibles fechas para la reanudación del diálogo.
La cancelación de la cumbre con la UE llegó horas después de que la Casa Blanca advirtiera de que peligran las sanciones impuestas a Irán y Siria por falta de personal en el Departamento del Tesoro para controlar posibles violaciones de los embargos impuestos por EEUU y la comunidad internacional.
Vacío en Asia. Pero el dato más grave tal vez sea la obligada cancelación de la gira asiática de Obama. "Debido a la parálisis de servicios, el viaje del presidente Obama a Indonesia y Brunei ha sido cancelado", anunció la Casa Blanca en un comunicado.
La cancelación de la gira de Obama por Asia ocurre en momentos en que su homólogo de China es agasajado en las capitales de la región. La ausencia de Estados Unidos le dará al gigante asiático la oportunidad de brillar e incrementar su influencia en la Apec, la asociación de países de la cuenca del Pacífico. La cancelación del viaje de Obama socava su estrategia en Asia, en la que Estados Unidos ha tratado de construir vínculos económicos e impulsar su presencia de seguridad como balance ante el creciente poder militar de Pekín.
Interrogantes. Pero con la política exterior de Washington todavía dominada por Medio Oriente, han surgido interrogantes sobre el compromiso de Obama con Asia. Mientras tanto, el nuevo presidente chino Xi Jinping ha realizado recientes visitas a Indonesia y Malasia, al tiempo que su postura agresiva en cuestiones territoriales ha creado tensiones con naciones del área. "Demuestra que China tiene un gobierno funcional y que Estados Unidos no lo tiene en este momento", destacó Kerry Brown, un experto en China de la Universidad de Sydney. "Se trata de otra señal de que Estados Unidos de alguna manera está perdiendo su brillo, está perdiendo su estatura".
En Asia, Xi se ha posicionado para llenar el espacio que quedó vacante. En Indonesia, los legisladores lo aplaudieron en el Parlamento. A continuación, Xi viajó a Malasia, donde él y su fotogénica primera dama se reunieron con el primer ministro y tuvieron un recibimiento ceremonial en el Parlamento. Hasta hace unos días, el gobierno malayo se preparaba para darle el recibimiento a un presidente estadounidense, el primero desde que Lyndon B. Johnson visitó la nación en 1966.