Decenas de miles de personas se manifestaron en 170 ciudades de Estados Unidos el martes por la noche, para reclamar justicia tras la decisión de un gran jurado de no imputar al policía blanco Darren Wilson, que mató a Michael Brown, un estudiante negro de 18 años, en un polémico caso el 9 de agosto en Ferguson (Missouri). Pero ayer se supo que algunos testigos dijeron que Brown recibió disparos en la espalda. Otro declaró que estaba boca abajo cuando Wilson terminó de matarlo. Otros más reconocen haber cambiado sus historias para que concordaran con detalles publicados sobre la autopsia, o admitieron no haber visto el tiroteo.
Una revisión que hizo The Associated Press a miles de páginas de los documentos que estudió el jurado investigador reveló numerosos ejemplos de declaraciones hechas durante la investigación del tiroteo que eran incongruentes, inventadas o posiblemente equivocadas. Los fiscales expusieron estas inconsistencias ante los jurados, lo que posiblemente influyó en su decisión de no levantar cargos penales a Wilson por la muerte de Brown, un joven corpulento de 1,90 metro de altura.
Bob McCulloch, fiscal del condado de Saint Louis, dijo que el jurado investigador tuvo que escuchar testimonios que entraban en conflicto con la evidencia física y declaraciones contradictorias de testigos mientras decidían si el oficial debía ser procesado.
La decisión del lunes de no acusar a Wilson de ningún delito desató violentas protestas en un suburbio de la ciudad de Ferguson (San Luis, Missouri), y en el resto del país, porque muchas personas aseguran que un joven negro desarmado fue abatido a tiros cuando ya se había rendido pacíficamente ante el policía blanco. Tras la muerte de Brown, el 9 agosto, han seguido meses de tensiones en esa ciudad de más de 21 mil habitantes, de mayoría negra, y algunos detalles se han entrelazado con lo que muchos ven como un abuso de poder y un símbolo de la desigualdad racial en Estados Unidos.
El seguimiento de la prensa al incidente también llegó hasta el jurado. Antes de que algunos testigos declararan, los fiscales mostraron a los jurados videos de las mismas personas haciendo comentarios por televisión. Sus incongruencias comenzaron casi inmediatamente después del tiroteo, de personas en el vecindario, del amigo que caminaba con Brown durante el incidente e incluso de una mujer que las autoridades indicaron que posiblemente no estuvo en el lugar en ese momento.
Los jurados también escucharon versiones encontradas del oficial Wilson y de Dorian Johnson, quien iba con Brown el día del enfrentamiento. Johnson dijo que el policía provocó el altercado, mientras que Wilson declaró que Brown fue el agresor.
Pero Johnson también dijo en televisión, en un video transmitido para el jurado instructor, que Wilson disparó al menos una vez contra Brown mientras éste corría. "Le dio a mi amigo en la espalda".
La evidencia física mostró que Brown no recibió un disparo en la espalda.
El presidente Barack Obama condenó ayer el brote de violencia destructiva en la ciudad de Ferguson. "Quien incendia automóviles y saquea comercios debe ser castigado", dijo. "No tengo ninguna compasión por aquellos que destruyen su propia comunidad", indicó Obama desde Chicago.
"Este problema no es sólo un problema de Ferguson, es un problema estadounidense", señaló.
Por temor a nuevos disturbios en Ferguson, las autoridades reforzaron la cantidad de efectivos de la Guardia Nacional enviados al lugar.
El gobernador del estado de Missouri, Jay Nixon, dijo que se desplegarán más de 2.000 soldados en la pequeña ciudad y los alrededores. "La violencia que vimos no se puede repetir", indicó.
El secretario de Justicia Eric Holder señaló que el caso de la muerte de Brown aún no fue cerrado. Hay dos investigaciones federales en curso.
Líder de la izquierda mexicana Cuauhtémoc Cárdenas se aleja de la política
Cuauhtémoc Cárdenas, hijo de un prócer nacional, tres veces candidato presidencial, figura clave en la democratización de México, renunció de manera irrevocable al partido que fundó en 1989, el Partido de la Revolución Democrática.
Líder emblemático de la izquierda mexicana, Cárdenas, de 80 años, es una figura tanto por su trayectoria política como por su cuna. Anunció su retiro en la noche del martes.
Es hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas, el prócer que nacionalizó la industria petrolera en 1938 y acogió a los exiliados españoles.
Durante las elecciones de 1988, cuando compitió por las presidencia por primera vez, un supuesto fraude impidió que fuera él quien sacara del poder al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernaba desde 1929.
En esas elecciones Cárdenas avanzaba firme en el conteo de votos cuando se cayó el sistema de cómputo del centro de votación, que finalmente dio el triunfo a Carlos Salinas de Gortari.
El ex gobernador había roto con el PRI en 1987 por considerar que el partido en el que había militado más de dos décadas había traicionado sus principios democráticos. Como miembro del PRI fue senador y gobernador del estado de Michaocán.
Después de abandonar ese partido compitió como candidato presidencial al frente de una coalición de fuerzas de izquierda en 1988 y al año siguiente fundaría el PRD junto a otros dirigentes.
El ingeniero Cárdenas, actual coordinador de asuntos internacionales del gobierno capitalino, volvió a competir por la presidencia en 1994 y 2000 y quedó en tercer lugar.
En 1997 compitió por la alcaldía de la ciudad de México y se convirtió en el primer opositor en llegar a la jefatura de gobierno de la capital gracias al voto popular.
Cárdenas nació en la capital mexicana el 1 de mayo de 1934. A partir de su salida del PRI tuvo un decisivo papel en el proceso de crecimiento de la oposición mexicana.
Decía que difícilmente el PRD iba a llegar algún día al poder mientras no lograra acercarse a las aspiraciones de la gente. Hoy estas diferencias terminaron por alejarlo del partido que ayudó a fundar.
Cárdenas dijo ayer que se mantendrá en la promoción de causas que asumió, como intentar cambiar una histórica reforma energética concluida este año y que revirtió la nacionalización de 1938 que hizo su padre al romper el monopolio estatal y abrir a la iniciativa privada nacional y extranjera la exploración y explotación de crudo.
Analistas consideran que si bien impactará al mayor grupo de izquierda, también lo libera de lastres del pasado.
"Por un lado sí lo golpea y por otro lo libera", dijo a The Associated Press Tony Payan, director del Centro de México en el Instituto de Políticas Públicas Baker de la Universidad de Rice, sobre el daño para el partido.
Consideró que Cárdenas es una figura "que se encuentra entre dos izquierdas" y que el PRD debe "recuperar libertad para ser la izquierda que México merece, es decir una izquierda más europea, más abierta a las fuerzas del mercado, pero también una izquierda que debe abanderar las causas de la clase media baja y las aspiraciones de la libertad social", opinó Payán.