La fusión entre American Airlines y US Airways podría no concretarse, después de que el Departamento de Justicia estadounidense y varios Estados anunciaron ayer que presentaron una demanda para impedirla por problemas de competencia. La fusión de 11.000 millones de dólares crearía la mayor compañía aérea del mundo y las autoridades presumen que una menor competencia por los vuelos generará mayores tarifas, así como la suspensión de algunos vuelos, especialmente a pequeñas localidades del país. La frenada fusión fue anunciada en febrero, 15 meses después de que American Airlines se acogiera a la legislación de bancarrota estadounidense. "Los usuarios pagarían el costo de esta fusión en precios de pasajes más altos, mayores impuestos y menores posibilidades de elección", explicó ayer el secretario de Justicia Eric Holder en Washington.
American Airlines, la cuarta, y US Airways, quinta, controlan juntas el 24 por ciento de los vuelos en Estados Unidos. Son, por decirlo en otras palabras, una fortaleza en la costa este estadounidense y un jugador mayor en las rutas hacia Europa, además de hacer de puente con América latina. Hace un año presentaron el nuevo diseño que lucirán los aviones y modificaron el logotipo. Se habló en el momento del anuncio de solapamientos en 13 rutas.
Seis Estados y la capital, Washington, se sumaron al Departamento de Justicia en esta acción legal. Entre los Estados incluidos están Texas, sede de American Airlines, y Arizona, donde tiene su base US Airways. Los otros Estados que han apoyado la iniciativa son Florida, Pensilvania, Tennessee y Virginia.
Al desafiar el avance de esta fusión, el Departamento de Justicia quiere transmitir que los estadounidenses se merecen algo mejor. Los consumidores tendrán que pagar el precio de esta fusión, con mayores tarifas y menos opciones», agregó Holder. El Departamento de Justicia recordó que American y US Airways compiten actualmente en más de 1.000 rutas y protagonizan una carrera cabeza a cabeza en vuelos directos con ingresos anuales por 2.000 millones de dólares. En 2005 había nueve grandes aerolíneas en Estados Unidos, indicó la demanda. Si se concreta la fusión serían sólo cuatro, que acapararían más del 80 por ciento del mercado. En los últimos años se fusionaron primero Delta con Northwest en 2008 y United con Continental en 2010, junto a las aerolíneas de bajo costo Southwest y AirTran en 2011.
Venia de los acreedores. Las compañías anunciaron su fusión en febrero y tenían previsto cerrar el acuerdo este semestre. El negocio fue diseñado, según las empresas, para evitar que American deba declararse en bancarrota. La mayoría de los acreedores de American Airlines (la compañía se encuentra en cesación de pagos desde noviembre de 2011) había dado ya su respaldo al plan de reestructuración de la deuda de la sociedad, que también contaba con en el beneplácito de pilotos y del personal pese a los recortes en los salarios y los ajustes de plantilla. La semana pasada, la Comisión Europea autorizó con condiciones la fusión entre las aerolíneas estadounidenses al concluir que los compromisos asumidos por las partes protegen la libre competencia en el espacio económico europeo.
Las aerolíneas podrían tener que defender su fusión frente a un tribunal. También es posible que hagan algunas concesiones a las autoridades de competencia. Tras la demanda, las acciones de US Airways cayeron ayer 8,4 por ciento a 17,23 dólares, mientras que los títulos de American, operados en volúmenes bajos, retrocedieron 44,5 por ciento a 3,22 dólares.
Siderales ganancias. El nuevo gigante de la aviación comercial, que debía operar con los colores de American Airlines, una marca más conocida en el exterior que la de US Airways, iba a operar 6.700 vuelos diarios y generar ingresos superiores a los 36.000 millones. Este tipo de fusiones permiten a las compañías optimizar el uso de sus flotas en determinadas rutas y reducir el número de asientos.
En el aeropuerto Nacional Reagan, en Arlington, Virginia, la compañía fusionada controlaría el 69 por ciento de los espacios de despegue y aterrizaje, indicó el Departamento de Justicia en referencia a la terminal aérea más cercana a Washington. No obstante, expertos de la industria dijeron que la maniobra no coincidía con prácticas anteriores y que podría dejar a US Airways y American, que está saliendo de una quiebra, en desventaja competitiva. Otros opinan que la acción era necesaria para proteger a los viajantes, que han tenido que pagar comisiones y tarifas más altas en los últimos años.