El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, terminó una visita a Brasil diciendo que era hora para que las dos mayores economías de América se vuelvan socios más cercanos en temas comerciales, de inversión y energía. "Estamos preparados para una relación más profunda y amplia en todos los temas, desde militares hasta educación, comercio e inversión", dijo Biden tras reunirse con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
La Casa Blanca anunció el miércoles que Rousseff realizará una visita de Estado a Washington el 23 de octubre, la única que ofrecerá el presidente estadounidense Barack Obama a un jefe de Estado extranjero este año. El dato indica la importancia que su gobierno le otorga a crear lazos más cercanos con el país más grande de América latina y séptima economía del mundo.
"Tuve una discusión que abarcó una amplia gama de temas con su presidenta, una líder que está muy enfocada en atender las necesidades del pueblo brasileño", comentó. "Ahora entiendo por qué el presidente Obama la considera una gran socia", comentó Biden al salir del encuentro con Rousseff.
Un récord. Recordó que desde que el presidente Barack Obama llegó al poder en 2008 Brasil ha recibido al propio mandatario y a 10 miembros de su gabinete, lo cual calificó como un hecho sin precedentes. A su vez, para el ministro de Exteriores brasileño, Antonio Patriota, la visita de Estado programada para el 23 de octubre permitirá a los dos gobernantes evaluar el estado de las relaciones y profundizar su alianza, que calificó de "estratégica". "Ahora lo que se intenta construir es una relación más madura con nuevas posibilidades que tenga como foco la alianza en áreas que incluyen ciencia, tecnología, innovación, educación, sin descuidar las cuestiones políticas y multilaterales", declaró Patriota.
Durante su visita de tres días, Biden elogió a Brasil y a los gobiernos de centroizquieda de Dilma Rousseff y de su antecesor, Lula Da Silva, por sacar a 30 millones de personas de la pobreza en la última década y llevarlos a la clase media, y mostrarle al mundo que el desarrollo de la economía de mercado y los derechos sociales no son incompatibles. Ayer, Biden exaltó la "ejemplar" democracia brasileña y felicitó al país por su capacidad "mágica" para no caer, como "otros tantos países", en el "falso dilema" entre democracia y desarrollo. "La magia de lo que está ocurriendo aquí, la parte más increíble de la historia de Brasil en los últimos 15 años, es que no es necesaria la falsa elección entre desarrollo y democracia", dijo Biden en Brasilia, donde se reunió durante cerca de una hora y media con la presidenta Rousseff. "Esa es la magia de lo que ustedes hicieron aquí, lo que la presidenta Rousseff está haciendo ahora y la razón por la cual ella puede tener una influencia tan increíble mucho más allá de este país", subrayó un entusiasta Biden. En este marco, Biden visitó el jueves una favela de Río de Janeiro. El político destacó que la Casa Blanca aguardará "ansiosa" la llegada de Rousseff para su visita de Estado. Además, dijo que su visita a Brasil pretende dejar clara la disposición de Estados Unidos de estrechar las relaciones entre ambos países en todas las áreas, sin excepción. "No creo que exista ningún obstáculo que no podamos superar", dijo Biden respecto a la profundización de las relaciones bilaterales.
En el marco del intento norteamericano por estrechar sus relaciones con el gigante del sur, Biden anunció que su país estudia mecanismos para que los ciudadanos brasileños que pretendan viajar a Estados Unidos obtengan la visa en el menor tiempo posible. "Ya conversé con nuestro embajador (en Brasil) para que encontremos una forma de pasar de las 12 semanas (que actualmente demora el trámite para obtener visa) a dos o tres días". Para lograrlo, la representación diplomática de su país en Brasil está duplicando el número de funcionarios en todos sus consulados. "Queremos a los brasileños viajando a Estados Unidos, no sólo para hacer compras, sino para vernos, para entendernos", resaltó.
Un reclamo.No obstante todos estos halagos y gestos concretos, Biden también llamó a Brasil a abrir más su economía a las empresas extranjeras y a ser más directo en la defensa de los valores de la democracia y el libre mercado. Esta fue una crítica a la política exterior de Brasil bajo los gobiernos de Lula y Dilma, enfocados en una política exterior alejada lo más posible del Consenso de Washington que rigió en América latina durante los años 90 y primeros 2000 bajo la égida de EEUU.
Igualmente, las relaciones entre Washington y Brasilia han mejorado desde que Rousseff llegó al poder en enero de 2011 y adoptó una política exterior menos ideológica que su predecesor. La visita misma de Biden y la próxima visita de Estado de Rousseff a Washington son la mejor prueba de esto. Lula creó lazos con Irán y se acercó enfáticamente al fallecido Hugo Chávez. Si bien Dilma no ha renegado de esa línea, sí la ha atenuado.