Tras la discutida aprobación en el Concejo de la capitalización de la empresa de
ómnibus La Mixta, el secretario de Servicios Públicos municipal, Gustavo Leone, reforzó ayer su
defensa de la inyección de 11.500.000 pesos para paliar una crisis que sacude a todo el transporte
urbano de Rosario. Y no ahorró reproches a algunos referentes opositores, a los que les pidió
"ponerse los pantalones largos" frente a la problemática.
En tanto, el intendente Miguel Lifschitz confió en lograr una mejora en los
subsidios nacionales al transporte de pasajeros y consideró que sólo es una "decisión
política".
Para el municipio, La Mixta, creada en 2007 para compensar la caída de empresas
privadas y la falta de interesados en gerenciar líneas, patentiza un proceso progresivo de pérdida
de financiación.
La decisión política de fijar tarifas y la discrecional distribución de los
subsidios también restaron incentivos a la participación privada.
Leone, repasando los últimos 25 años, apuntó a "un proceso gradual y sostenido
de concentración de la oferta privada" y a "la necesidad de aparición de un Estado productor que
afronte inversiones con altos costos y elevados grados de incertidumbre".
"De 40 empresas por componentes particulares y con concesiones precarias,
pasamos a una firma privada de gran escala (local y nacional), otra pública y una mixta, que
abastecen al resto de la demanda", agregó el funcionario.
Leone también devolvió las estocadas que signaron el tratamiento de la
capitalización de La Mixta, al advertir que “los concejales opositores mostraron un pequeño
gesto de responsabilidad, pero algunos aún deben ponerse los pantalones largos, dejar las chicanas
y pensar en las necesidades de los rosarinos”.
“Otros deben estudiar los muchos años de historia de la ciudad en materia
de transporte antes de hablar de ineficacia e ineficiencia, porque han pasado mucho tiempo en
puestos legislativos en Santa Fe y desconocen completamente la realidad de Rosario”,
prosiguió.
Fue un tiro por elevación a Diego Giuliano (Rosario Federal), quien le había
endilgado al municipio “falta de imaginación”, al tiempo que instó a “redefinir
completamente” el sistema de transporte.
Leone continuó cuestionando a los concejales que el jueves pasado no levantaron
sus manos en la sesión. “No nos acompañaron a pedir más subsidios a la Nación, cuestionaron
al Estado por garantizar el servicio y no quisieron votar favorablemente la capitalización para
viabilizar la prestación”, repasó.
El funcionario sí rescató que los disidentes permitieran el tratamiento del
proyecto: “Fue un pequeño gesto de responsabilidad porque, de otro modo, no hubiese sido
posible pagar los sueldos” de los choferes. Una decisión en la que, seguramente, talló el
siempre temido costo político.
En función de que el debate conjunto sobre la crisis del transporte y sus medios
de financiamiento se retomará el 28 de diciembre próximo, Leone destacó la necesidad de encarar
“una gran discusión sin chicanas, politiquería ni demagogia”.
Cuatro días antes del encuentro, la configuración accionaria de La Mixta
comenzará a cambiar, creciendo en un porcentaje considerable la participación municipal sobre los
inversores privados, algunos de los cuales acaban de desistir de permanecer en la empresa por el
fuerte debate político que marcó el pulso de las últimas semanas.