"Revolución o picnic" es el disco doble con el que La Chicana celebró sus 15 años de vida. También, el álbum del grupo de tango liderado por la voz de Dolores Saló y la guitarra de Acho Estol fue uno de los mejores trabajos discográficos argentinos de los últimos meses.
La Chicana, se sabe, no es un grupo ortodoxo de tango, sino que su búsqueda melódica y poética responde a una suerte de paleta de pintor caótica y marcada por influencias que se repelen y se atraen entre sí, desde Carlos Gardel a Charly García, pasando por Tom Waits y Kurt Weill. Precisamente de estos tres últimos compositores más otros como Homero Manzi, Angel Villoldo, Henry Mancini y Os Mutantes, se nutre el disco A. El B está integrado por temas propios.
El grupo, del que también forman parte Patricio Bonfiglio en bandoneón, Pablo Clavijo en violín, Patricio Cotella en contrabajo y Federico Tellechea en percusión, cuenta hoy con una trayectoria que supo dejar huella en la escena nacional y uno de sus logros principales fue el de lograr una estética propia.
"Un punto de encuentro y de coherencia en la obstinada y solitaria búsqueda de todos estos años", sintetizó Dolores Saló en una entrevista con LaCapital, hablando sobre el significado de "Revolución o picnic".
-La industria discográfica se cae a pedazos y ustedes lanzaron un CD doble. ¿Cómo surgió este álbum de versiones y el de temas propios?
-La Chicana siempre hizo temas propios (de Acho) y versiones de temas clásicos en el mundo o en nuestra vida, todos los discos juegan con el ida y vuelta entre estas canciones queridas. En este llevamos eso al extremo, separando esa convivencia en dos discos y animándonos a grabar aquellos que amamos más allá de fronteras, idiomas y culturas. El disco doble era algo pendiente y qué mejor momento que este, donde sacar un disco es un acto de fe, un hecho anacrónico, una querida y necesaria costumbre que nos negamos en abandonar aunque todo se descalabre y conspire contra ella.
-Cuatro años sin grabar juntos y en el medio el debut solista, ¿Qué significó estas experiencias para La Chicana como grupo?
-Creo que esas experiencias fueron muy importantes por diversas razones para cada uno, y por una misma compartida: airearnos de otros aires, beber de otros compañeros, otros talentos, otros caracteres. Aprendimos, descansamos y nos extrañamos también.
-Los autores incluidos en el CD, ¿pertenecen al mundo de las influencias o de los afectos?
-Todos ellos ocupan un lugar de nuestra vida, un lugar que aún nos ocupa y del que somos fruto. Todos ellos nos conforman, por eso este disco es, sobre todo, disfrutar una vez más pero de una manera nueva todas aquellas músicas que quedaron agarradas a un pedazo nuestro.
-¿Los temas propios hacen que el camino sea más largo hacia la aceptación masiva?
-Por un lado sí, para el gran público es más difícil interesarse en un tema nuevo, sobre todo tratándose del universo del tango donde lo que más se ve es el culto al pasado. Pero hay otro público que justamente valora la nueva propuesta de temas y es un público mucho mas serio, profundo y afín en la búsqueda. Yo creo que el artista también elige a su público.
-¿Cómo creés que el público de tango los ve hoy, tras 15 años de trayectoria?
-Depende a que le llamamos público de tango. Si estamos hablando del tanguero de siempre, el milonguero, al que lo ocupa en un 90 por ciento el tango del pasado; no creo que nos considere, y no por los tangos en sí de Acho, sino por hacerlos convivir en nuestro repertorio con otras músicas, como chacareras, temas de Waits,Weill y Charly. Pero si hablamos de un nuevo público de tango, con veteranos tangueros de cabeza abierta y espíritu inquieto y de jóvenes que se acercaron al tango como quien descubre un amor, ahí esta nuestro encuentro con el público de tango.
-¿Te entusiasman las nuevas propuestas tangueras?
-Me entusiasma la variedad, la cantidad y la armoniosa y entusiasta convivencia de todas. No es que me muera de admiración por muchas, pero me parecen válidas. Me gustan compositores como el Tape, Vattuone, Marchetti y su dupla con Marquestó. Decididamente la única que me vuela la cabeza es Falopa.
-Pero ustedes pertenecen a la generación del rock, ¿cómo ves el presente del rock?
-Pobre, aburrido, desapasionado, vacío de contenido y de palabra. Rescato a algunos grupos y artistas que no es casual que se encuentren muy cerca del tango: Manuel Moretti de Estelares, Palo Pandólfo, Los Falsos Profetas, El Indio, siempre. Seguramente soy injusta y desconozca u olvide a otros interesantes, pero antes no había que hacer un esfuerzo para rescatarlos, estaban aquí en nuestros oídos en nuestra voz, eran inevitables.
-¿Qué significa "Revolución o picnic" en la historia de La Chicana?
-Una maduración y una convicción en una identidad. Un reconocimiento de esa maduración e identidad por parte del público y la prensa. Un punto de encuentro y de coherencia en la obstinada y solitaria búsqueda de todos estos años.
Un lado A repleto de ilustres
Autores como Tom Waits con “Lullaby” en castellano, “Alabama Song” una letra de Bertolt Brecht o “A Shot in the Dark” de Henry Mancini, integran el CD A. Además de varios clásicos del tango: “Fruta amarga” de Homero Manzi, el poema de Raúl González Tuñón musicalizado por el Tata Cedrón “La calle del agujero en la media”, “Patio mío” de Aníbal Troilo y Cátulo Castillo; y de Charly García “A los jóvenes de ayer” y “Por probar el vino y el agua salada” entre otros.