Los gremios docentes nacionales salieron ayer a advertir que por ahora no está garantizado el inicio de las clases a fines de febrero porque es "insuficiente" la suba salarial del 17 por ciento que ofreció el gobierno, aunque se mostraron optimistas en llegar a un entendimiento en las próximas dos semanas.
El secretario de prensa del gremio Ctera, Alejandro Demichelis, sostuvo que las clases podrían "no comenzar" a fines de febrero si no hay un acuerdo antes, después de que la administración nacional contraofertara un 17 por ciento de mejora salarial luego de que los docentes pidieran un ajuste del 30 por ciento en el comienzo de las paritarias del sector.
"Nos dieron una cifra que consideramos insuficiente; speramos que se llegue al 15 de febrero y la comunidad educativa se sienta tranquila para que sepamos si empiezan o no las clases", dijo el sindicalista.
El gobierno y los sindicatos se reunieron el miércoles pasado, pero no pudieron llegar a un acuerdo después de que los docentes rechazaron la oferta del 17 por ciento para todo el año realizada por los ministros de Economía, Hernán Lorenzino, y de Educación, Alberto Sileoni.
"Lo que dicen desde el Ministerio es que lo que se fija en esta paritaria tiene efecto en las provincias porque después se traslada a sus economías, pero nosotros creemos que es justo y no desconocemos la crisis del mundo pero tenemos una realidad propia", afirmó Demichelis.
A nivel provincial, el gremio que nuclea a los docentes públicos (Amsafé) fue convocado para el próximo martes a la discusión paritaria por parte del gobierno santafesino. Allí los maestros santafesinos llegarán con una demanda de incremento que va del 25 al 30 por ciento.
A nivel nacional, Demichelis consideró que el gremio docente "quedó retrasado" con el aumento conseguido el año pasado, porque otros sindicatos lograron hasta seis o siete puntos porcentuales más en promedio, porque lo que ahora quieren "lo que corresponde".
"Nosotros queremos apurar las cosas y esto recién empieza, somos optimistas y queremos llegar a un salario que no consideramos irresponsable y que no se repita lo del año pasado; hay una brecha muy grande entre lo que pedimos y lo que nos ofrecen, pero con ésta cifra no", definió Demichelis.
Ganancias. Añadió que es una "medida buena" que se haya aumentado el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, pero aclaró que el país se debe una reforma tributaria y que los salarios muy altos tributen más.
Por su parte, el secretario general de Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, se quejó ayer de que el salario de un trabajador que se inicia en la actividad "está en 2.800 pesos, por debajo del mínimo, vital y móvil", y afirmó que la suba del 17 por ciento que ofreció el gobierno "no alcanza".
Menos que el mínimo."Estamos preocupados porque el docente que recién ingresa a la actividad cobra 2.800, por lo que está por debajo del mínimo, vital y móvil. Planteamos llevarlo a 3.600 pesos que sería una suba del 30 por ciento pero visto en dinero sigue siendo muy bajo", sostuvo el sindicalista.
Romero señaló que causó "sorpresa" entre los gremios que la administración de Cristina Kirchner ofreciera en la última reunión un 17 por ciento porque ese indicador está por debajo de lo arreglado en 2012.
Precisó que el aumento ofrecido por el gobierno se transforma en "sólo 460 pesos", por lo que los docentes pretenden mejorarlo "sustancialmente para el 15 de febrero".