La presidenta reelecta de Brasil, Dilma Rousseff, avanzó un paso más en el proceso de formación del gabinete para su segundo mandato, al designar al empresario y senador conservador Armando Monteiro Neto como futuro ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior. Rousseff casi termina con eta designación de configurar un gabinete económico diametralmente opuesto por ideología a su Partido de los Trabajadores (PT).
Monteiro Neto, quien forma parte del Partido Laborista Brasileño (PTB) —una de las varias agrupaciones conservadoras que integran la coalición gubernamental— fue presidente de la poderosa Confederación Nacional de la Industria (CNI) entre 2002 y 2010. En otras palabras, representa a la élite empresaria brasileña. Según el comunicado divulgado por la Presidencia, el actual titular de la cartera de Desarrollo, Mauro Borges, seguirá en el cargo "hasta que esté concluida la transición y la formación del nuevo equipo".
El futuro ministro, nacido en la nororiental ciudad de Recife el 24 de febrero de 1952, es el cuarto integrante del gabinete de Rousseff anunciado hasta ahora. La semana pasada, la mandataria confirmó al economista liberal Joaquim Levy como su futuro ministro de Hacienda, a Nelson Barbosa como ministro de Planificación y Alexandre Tombini como presidente del Banco Central, un cargo que ocupa desde 2011. La nómina de este cuarteto prácticamente cierra el paso a economistas de izquierda en el futuro gobierno de Rousseff, quien ha debido reunir el fin de semana a la cúpula del PT para exigirles disciplina partidaria y apoyo a su nueva política económica, claramente enfocada en el recorte del gasto fiscal.
En esa reunión con la cúpula del PT, Rousseff impuso al partido el cambio radical del rumbo económico que representa la designación de Joaquim Levy y su equipo al frente del ministerio de Hacienda. Rousseff reclamó apoyo del partido en este cambio. "La coyuntura cambia, la situación del país también y lo mismo las condiciones de la economía. Debemos adaptarnos a las nuevas demandas", habría arengado la presidenta a una dirigencia preocupada por el "giro liberal". Dilma agregó un reclamo más: "El PT tiene madurez y hoy precisamos tener legitimidad y gobernabilidad". Es precisamente la "gobernabilidad" la que predomina en las razones del viraje económico hacia el centro, que claramente choca con la retórica de la encendida campaña electoral de la propia Dilma hace pocas semanas. El nombramiento de Levy provocó conatos de rebelión, y todavía falta confirmar a Katia Abreu —presidenta de la Confederación Nacional de la Agricultura— para dirigir esa cartera. Sería el tiro de gracia para la izquierda y los movimientos sociales que apoyan al gobierno.
Autopsia a Joao Goulart
Una autopsia de expertos de Brasil y extranjeros de los restos de Joao Goulart no logró confirmar la sospecha de asesinato por envenenamiento del ex presidente brasileño, derrocado en 1964. Los análisis no detectaron sustancias tóxicas. Goulart murió en Argentina en diciembre de 1976. “Las circunstancias son compatibles con muerte natural”, dice el informe de los forenses.