Difunden advertencias para viajes de estudio

Con el objetivo de que el viaje de egresados no se transforme en un dolor de cabeza, la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor comenzó a repartir cuadernillos y dar charlas en las escuelas con precisas instrucciones para evitar errores en la contratación de los servicios. De acuerdo a la experiencia del organismo, no son pocos los problemas vinculados al turismo estudiantil: los más frecuentes son las falencias en los colectivos e incumplimientos en las condiciones de alojamiento y
comidas.
  Si bien este año el Ministerio de Salud de la provincia pidió aplazar las salidas hasta septiembre para evitar las fechas en las que se espera la mayor cantidad de casos de gripe A, en las agencias de turismo aseguran que el escenario no diferirá demasiado del año pasado. Durante 2009, de acuerdo a las estadísticas de la Terminal de Omnibus Mariano Moreno, entre el 20 de julio y el 1º de septiembre fueron 110 los colectivos que partieron a Bariloche cargando estudiantes. Un ritmo que tuvo su pico durante los primeros días de agosto, cuando un promedio de 7 coches diarios partieron de la estación.

Precavidos. Más allá de las fechas en las que arranque el movimiento de jóvenes, lo cierto es que el viaje a Bariloche ya se puede considerar como un clásico que no pierde vigencia. “Hay mucha expectativa puesta en estos paseos y lo fundamental es ser cautos para evitar cualquier tipo de problema”, señaló el titular de la oficina municipal que defiende los derechos del consumidor, Néstor Trigueros.
  Y considerando que la organización del viaje empieza, por lo menos, un año antes, el funcionario sugirió arrancar del vamos. “Antes de decidirse por alguna empresa de turismo estudiantil conviene consultar a contingentes que ya hayan usado esos servicios y preguntarles sobre el cumplimiento de lo pautado en el contrato”, recomendó.
  Además, no viene mal chequear la trayectoria de la empresa: historia, habilitaciones, vehículos y servicios de asistencia al viajero y hotelería que se ofrecen.

Los micros. De acuerdo a la experiencia de los profesionales de la oficina pública, uno de los problemas que se reiteran con los viajes estudiantiles es el estado de los colectivos. Coches que se presentan al momento de la partida con los cristales rajados, llantas en mal estado o evidente falta de higiene empujan la mayor cantidad de quejas que llevan los padres hasta el organismo.
  “Para evitar esto, 48 horas antes de viajar la empresa debe informar los micros y choferes que harán el viaje. Hay que exigir esto y chequear las habilitaciones. Además, antes de la partida se puede pedir una inspección de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte”, sostuvo Trigueros. De todas formas, el funcionario hizo hincapié en que todos estos conflictos pueden evitarse. “Sólo hay que ser cuidadosos”, resaltó. l