Matías G., un joven de 19 años que tenía pedido de captura por su supuesta vinculación con dos homicidios ocurridos hace un año, cayó detenido la tarde del viernes al ser ubicado por la policía en una esquina del barrio Tablada. El muchacho, apodado "Matute", circulaba con un documento a nombre de Lucas Ezequiel Zapata, pero los efectivos lo identificaron ya que tenían información de inteligencia y mediante un sencillo truco supieron entonces que esa no era su verdadera identidad.
"Matute" está sospechado en el marco de la causa judicial en la que se investiga las muertes de Nicolás López e Iván Basualdo, asesinados a balazos la madrugada del 16 de febrero de 2013 durante una seguidilla de tiroteos ocurrida en inmediaciones de Ayacucho y Centeno. Anteayer, cerca de las 18, el muchacho caminaba libremente por Déan Funes y Esmeralda cuando fue rodeado por agentes de la seccional 16ª que le pidieron su identificación. El pibe se mostró muy nervioso y con una simple trampa la policía detectó la falsedad del DNI. Le preguntaron el número y Matías G. no lo recordaba.
Inmediatamente acudieron al lugar varios móviles para trasladar al joven a la seccional y ponerlo a disposición del juzgado de Instrucción 10, donde se investigan los crímenes. Extraoficialmente trascendió que a Matías G., además de tener prontuario abierto por varios hechos delictivos, se le adjudicarían otros crímenes aparte del de López y Basualdo.
Noche de sangre. El sábado 16 de febrero de 2013 el barrio Tablada fue un pandemónium. Entre la 0.30 y la 1 de ese día Nicolás López e Iván Basualdo fueron asesinados a tiros. El primero de los muchachos cayó en Ayacucho y Centeno, tenía 18 años y no contaba con antecedentes penales. Era jugador de las divisiones inferiores de Rosario Central y de acuerdo a los informes periciales recibió tres balazos que le dispararon desde una moto: uno en el hombro, otro en la pelvis y el restante en el antebrazo. Todo indicó entonces que no debió ser la víctima del hecho, que se equivocaron con él.
El segundo crimen ocurrió en Grandoli al 3500, en el cruce con el pasaje Page. Allí Nicolás Iván Basualdo, de 17 años y con varios antecedentes penales, recibió un certero balazo en la cabeza que lo dejó muerto sobre el pavimento.
Muy cerca de la escena del crimen de Basualdo, en Esmeralda y 24 de Septiembre, un pibe de 18 años identificado como Alan L. resultó herido esa misma madrugada con un balazo en una pierna y su vida no corrió peligro.
"Estos venían cagándose a tiros. Eran los de la calle Esmeralda contra el pibe éste, el muerto", relató aquel día a un cronista de este diario una vecina que dijo saber algo en torno al crimen de Basualdo.
El entramado de enfrentamientos del que fue víctima Basualdo, quien a sus 17 años ya tenía 15 anotaciones penales, derivó en la acusación de tres pibes menores de 20 años: Matute, Joel y Brian. El primero ahora está tras las rejas, de los otros dos nadie parece saber el destino.