La noche del jueves dos adolescentes fueron apresados en la zona sur tras una breve persecución policial y uno de ellos quedó detenido como el supuesto autor de dos homicidios: el de Alberto Santiago Fernández, de 38 años y baleado el pasado 13 de abril en el medio de una disputa de la que no era parte; y el de Esteban Antonio Gálvez, de 36 años y baleado el 4 de marzo en Juan Canals al 2600.
Poco después de las 22 de anteayer agentes de la Brigada Motorizada que patrullaban bulevar Oroño y Uriburu observaron a dos pibes sospechosos a bordo de una moto de alta cilindrada. Al darles la voz de alto, lejos de detenerse los jóvenes huyeron y fueron perseguidos hasta Flammarión y Lamadrid, donde finalmente los interceptaron y apresaron.
Quien conducía la moto fue identificado como Brian F., de 16 años, quien no tenía ningún papel que acredite la titularidad del rodado. Mientras que su compañero se llama Jonathan Adrián G., tiene 19 años y sobre él pesaban dos pedidos de captura a solicitud del fiscal jefe de la Unidad Especializada en Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, por los crímenes de Fernández y Gálvez.
Nada que ver. Fernández tenía 38 años y murió la madrugada del domingo 13 de abril en el Hospital de Emergencias, donde llegó tras ser derivado del Roque Sáenz Peña. El hombre había recibido dos balazos cuando estaba en la puerta de su casa de Lamadrid y Flammarión, a pocos metros de donde fue apresado su supuesto homicida.
Antes de perder la vida el hombre alcanzó a relatar a sus allegados que mientras se encontraba frente a su casa, a las 23.45 del sábado 12 de abril, recibió dos balazos que no estaban dirigidos a él sino a dos personas que se hallaban en las cercanías y que peleaban con otros muchachos, algo que después confirmó el fiscal.
El hombre herido, que no tenía antecedentes penales, falleció a la 0.20 del domingo a causa de las heridas de bala sufridas.
Una saga difícil. En tanto, la noche del martes 4 de marzo Esteban Antonio "Kily" Gálvez, de 36 años, jugaba con una pequeña a pocos metros de su casa de Juan Canals al 2600 cuando pasaron dos muchachos en moto que le ganaron la espalda y sin mediar palabras le dispararon a sangre fría cuando se agachaba para dejar en el piso a la criatura. Un proyectil le ingresó a la víctima por el lado izquierdo del tórax y le salió por la zona intercostal derecha. Fue trasladado al Hospital de Emergencias pero los médicos nada pudieron hacer por su vida.
A la hora de buscar un móvil para el asesinato de Gálvez, los vecinos se remitieron a la pelea entre gavillas de calles Juan Canals y Flammarión, e identificaron a un supuesto autor: "Jony de Flammarión", el muchacho ahora apresado. En cuanto a la rivalidad de bandas, todo empezó con el asesinato de Adrián Oscar Ledesma el sábado 14 de septiembre pasado en inmediaciones de Garibaldi y Rodríguez. A ese hombre de 35 años lo mataron con un certero balazo en la nuca a las puertas de un búnker de venta de drogas que luego fue destruido por los vecinos.
Además, tras el crimen de Gálvez la sensación que transmitían sus vecinos es que la historia no se cerró. "Kily era un tipo que no estaba con uno o con otro. Para mí se lo confundieron. El balazo era para otro", explicó un vecino que desarrolló la misma teoría que se escuchó después de la muerte de Fernández.