La policía capturó ayer a un hombre de 71 años que se encontraba prófugo tras escabullirse el martes pasado de los Tribunales provinciales, minutos antes de que se ordenara su detención por ser uno de los supuestos abusadores de dos nenas de 11 y 12 años del barrio Gráfico.
Se trata de José Luis P., más conocido como El Tucumano, un hombre que fue sindicado por las pequeñas víctimas y su madre como uno de los que las sometía sexualmente.
La increíble fuga de El Tucumano de la gran manzana judicial había generado airadas críticas del Movimiento Evita Rosario, la agrupación que denunció los abusos.
La policía lo encontró ayer en una villa de la zona de Nuevo Alberdi. Los pesquisas llegaron hasta allí tras obtener datos aportados por allegados al presunto abusador.
El hombre quedó detenido en la Sección Operaciones de Captura de la División Judiciales de la policía y el lunes será conducido ante la jueza que investiga el caso, María Luisa Pérez Vara.
Procesados. La magistrada, en tanto, procesó ayer a otros dos hombres imputados de abuso sexual tras hallar pruebas suficientes de su participación en los vejamenes contra las hermanas de 11 y 12 años del barrio Gráfico, que eran entregadas por su padre a un vecino. Uno de ellos utilizaba una camioneta para trasladarlas hasta un departamento, el otro era un vecino que también las sometía. El padre y la madrastra de las nenas ya fueron procesados.
Se trata de Antonio C. o Tony, y de Agustín V. Ambos fueron reconocidos por las víctimas como quienes las abusaron en varias oportunidades. Tony las trasladaba a un departamento ubicado en cercanías de las cuatro plazas (Provincias Unidas y Mendoza) en una camioneta y con los ojos vendados. Agustín cometía los abusos en la casa de las nenas y en la de un hombre apodado El Paraguayo.
Pérez Vara valoró el relato de vecinos, familiares de las nenas y de militantes del Movimiento Evita.
Los relatos de las víctimas sobre los vejamenes y los informes médicos forenses que dejaron constancia de las marcas físicas y psíquicas de los abusos, fueron también elementos ponderados por la jueza.
“La coincidencia apuntada de los relatos con los testimonios y las verificaciones aludidas debe agregarse el contenido de los informes psicológicos, así como las conclusiones de los relatos en cuanto a que el lenguaje es claro y verosímil y el grado de certeza y posibilidad de ocurrencia de los hechos es francamente posible”, entendió Pérez Vara.
En mayo se había procesado por abuso sexual con acceso carnal (dos hechos) a A.J. S, alías El Paraguayo; a V.G.C, el padre de las nenas, por el mismo delito pero agravado por el vínculo y por lesiones leves dolosas agravadas; y a J.A, la madrastra, por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser guardadora.
El caso tiene consternado al barrio Gráfico, donde la militancia del Movimiento Evita fue clave para denunciarlo.
El pelo mojado
El relato de testigos de los abusos ponen en evidencia una dinámica horrorosa. El padre “les pegaba, las desnudaba, las dejaba en pleno invierno en el patio y les tiraba agua fría”, dijo un vecino. Sucedía cuando ellas se negaban a visitar a El Paraguayo, de donde a veces volvían con el pelo mojado y una caja de vino.