Dicen que la foto del acusado de matar al uniformado Hugo Lisandro Dolci en
agosto pasado durante el asalto a un repartidor en barrio Emaús circulaba por celulares, mails y
oficios de la policía rosarina. Fue por eso, según la explicación oficial, que tres efectivos lo
reconocieron ayer a la tarde en la zona sudoeste, en el otro extremo de la ciudad, e intentaron
identificarlo. El joven bajó de su bicicleta, corrió, efectuó un disparo y en la respuesta armada
de la fuerza fue herido en una pierna. Se llama Víctor Hugo F., tiene 21 años, y quedó preso a la
espera de declarar hoy como el supuesto ejecutor de Dolci.
La detención se produjo dos días después del crimen de otro policía, el sargento
de la Sección Homicidios Rodolfo Sotelo, de 48 años, quien fue asesinado de seis tiros el sábado en
Maradona y Campbell. En el mismo ataque, al parecer desatado cuando el policía resistió un intento
de robo, fue gravemente herido en el abdomen su compañero Fabián Vassano, de 28, y una chica de 14
años recibió un balazo en el cuello (ver aparte). Eso ocurrió diez cuadras al sur del lugar donde
ayer apresaron al acusado de matar a Dolci.
De acuerdo con fuentes policiales, F. fue detenido por cuatro efectivos de la
comisaría 32ª tras un enfrentamiento registrado alrededor de las 14, en la esquina de Seguí y
Provincias Unidas, en el barrio La Lagunita. El procedimiento fue realizado por tres oficiales que
recorrían la zona en un auto particular y un suboficial que repartía oficios judiciales.
En la continuación de Perú a la altura de bulevar Seguí (una cuadra al este de
Provincias Unidas), los tres que iban en el auto cruzaron a un hombre que iba en bicicleta, de
aspecto similar al hombre de la foto buscado por el crimen de Dolci. El sospechoso estaba con
pedido de captura desde agosto. Los efectivos, según fuentes del caso, al parecer tenían el dato de
que F. había buscado refugio en la zona y por eso intentaron identificarlo.
Los policías bajaron del auto, se identificaron y el muchacho arrojó la
bicicleta (roja, rodado 28) cerca del cruce de Provincias Unidas y Seguí para continuar escapando a
pie. La policía indicó que mientras corría sacó un revólver calibre 22 y efectuó un disparo sin
herir a nadie. Los efectivos a su vez realizaron otras dos detonaciones. Un disparo alcanzó al
joven en la pantorrilla derecha. Sufrió una herida con orificio de entrada y salida.
El muchacho se desplomó sobre el césped junto a la vereda este de Provincias
Unidas al 3700, apenas unos metros al sur de bulevar Seguí. Cayó frente al cesto de basura de la
segunda casa de la cuadra. En ese lugar, una hilera de modestas casas bajas de material se perfila
hacia el sur, donde se distinguen viviendas más precarias. Al otro lado de la avenida se levanta el
galpón de la empresa Roca Cargas. Unos 300 metros al oeste se advierte el puente de la avenida de
Circunvalación .
Con un pañuelo. “Escuchamos dos disparos y salimos a ver qué había pasado. Vi que el
chico se cayó y se acercaron tres policías que le ataron con un pañuelo la pierna derecha. Se lo
llevaron en un auto negro y en el cruce de las avenidas levantaron una bicicleta”, contó una
joven de la cuadra. “Justo salía de mi casa y cuando escuchamos los tiros nos metimos para
adentro con mi hijo, que en ese momento se tenía que ir a trabajar”, aportó una vecina de un
pasillo. Un comerciante de la zona dijo que se oyeron “tres tiros” y enseguida se
resguardó en su casa, mientras numerosos vecinos “salían corriendo en malón para la esquina a
ver qué había pasado”.
La identidad. Una vez en la comisaría 32ª, el sospechoso se identificó con su verdadero
nombre. Se comprobó que era el joven buscado por la muerte de Dolci, fue fichado e imputado del
homicidio. Luego lo trasladaron al Heca para la curación de la herida. Anoche se definía en qué
lugar quedaría alojado. Hoy a las 9 lo esperan en el juzgado de Instrucción Nº 2, a cargo de
Alejandra Rodenas, quien investiga la muerte del policía con intervención de Homicidios y la
subcomisaría 21ª.
Por el enfrentamiento de ayer F. fue acusado además de resistencia calificada a la autoridad,
causa en la que interviene el juzgado de Instrucción Nº 6. Al joven, se indicó, le incautaron un
revólver calibre 22 con una bala percutada y nueve intactas.
El detenido tiene diez antecedentes penales de 2005 a la fecha por delitos de robo, robo
calificado, tenencia de arma y encubrimiento. Es de Empalme Graneros, donde la policía lo buscó sin
éxito el 19 de agosto pasado tras ser señalado en un álbum fotográfico por un testigo. Agentes de
Homicidios allanaron entonces la casa del propio joven, el domicilio de su novia y el de su
abuela.
El robo en el que fue asesinado Dolci, de 32 años, ocurrió un día antes. Fue el miércoles 18 de
agosto frente a una carnicería de pasaje Franklin al 7900. Un repartidor de Arcor que una semana
antes había sido víctima de un asalto pasó por la sub 21ª, donde trabajaba el policía, y solicitó
custodia porque debía realizar una cobranza. Dolci se sentó junto al conductor en la cabina del
camión. En la caja iba otro empleado.
Frente al comercio el repartidor y su custodio ocasional fueron abordados por uno o dos
asaltantes. El chofer contó que se le acercó un ladrón con un arma en una Yamaha roja IBR y el
agente Dolci alzó las manos en señal de que no intervendría. El asaltante despojó de 600 pesos al
distribuidor y luego le disparó a quemarropa en la cabeza al policía. El agente era casado y padre
de un nene de 4 años.
Un aspecto a definir en el caso es la calificación legal del hecho. Si se trató de un homicidio
en ocasión de robo, con una pena de 10 a 25 años de prisión, o si fue un crimen para obtener
impunidad, lo que se define como homicidio calificado y se reprime con prisión perpetua.