Un adolescente de 16 años apodado "Matatán", a quien se lo vincula con dos crímenes ocurridos en la zona sudoeste en los últimos tres meses, quedó detenido la semana pasada a disposición de la Justicia de Menores. Fuentes judiciales confirmaron que se trata de Javier G., quien fue cercado por una investigación que demandó entrevistas y la declaración de testigos que lo señalaron como autor material de los homicidios de Gustavo Miguel López, de 17 años, y de Agustín Joel Rueda, de 16.
Matatán aparecía mencionado en más de un expediente de la Unidad de Homicidios de la Fiscalía Regional pero no podía ser ubicado. Además, según los voceros judiciales consultados, los pesquisas tropezaron más de una vez con las dificultades para dar con su paradero debido al temor que el sospechoso infundía en el entorno de las víctimas.
Según fuentes de la pesquisa, el chico también tendría vínculos con una banda de vendedores de drogas que se mueve en la zona, jurisdicción de la seccional 19ª.
Dos casos. Si bien trascendió en los últimos días, los voceros judiciales consultados señalaron que desde el pasado 15 de diciembre Javier G. está a disposición de la Justicia de Menores, que deberá determinar su responsabilidad en al menos dos asesinatos.
Uno es el de López, ocurrido el 19 de septiembre pasado cuando Gustavo se encontraba en la puerta de su casa y le dispararon tres tiros desde un caballo en la zona de Larrea y Centeno. El otro es el homicidio de Agustín Rueda, que el 24 de noviembre fue ejecutado a unos metros de donde ocurrió el otro crimen mientras circulaba en bicicleta y tres balazos disparados desde una moto acabaron con su vida.
Ambos casos fueron vinculados por los vecinos del barrio. Incluso llegó a decirse que Rueda había sido testigo del homicidio de López y que por eso había sido asesinado por Matatán, pero esa versión fue desmentida por los familiares de Agustín.
Protestas. Lo cierto es que, tres días después del segundo crimen familiares de ambas víctimas se manifestaron frente a la comisaría 19ª para denunciar inacción policial y reclamar por la detención del chico al que le adjudicaban ambos asesinatos: Matatán.
"Mi hijo había salido de mi casa en la bici para ir a lo de un amigo y a los pocos minutos lo habían matado a tiros. No sé por qué lo mató, él no tenía diferencias con este pibe y no sé si lo conocía. Mata por matar", dijo aquella tarde a este diario Miguel Rueda, el padre de Agustín, mientras los manifestantes exhibían carteles fotocopiados con los rostros de "Matatán y Amira".
Esa tarde Liliana Flores, madre de Gustavo López, sostuvo que "dos tipos encapuchados y a caballo" habían matado a su hijo y reclamó "que salgan a buscar a ese asesino antes de que siga matando".
En ese sentido, los vecinos que acompañaban a los familiares se quejaban de que les habían dicho a la policía dónde se escondían los sospechosos pero nadie los iba a buscar.
"Tenemos testigos, tenemos fotos y todavía no tiene pedido de captura, hace dos meses que mató a otro chico y no tiene pedido de captura", manifestó entonces una tía de Rueda.
"Por nada. El sale y mata, sale y mata... y ahora está amenazando más chicos", sostuvo entonces otro vecino, para agregar que el joven buscado era "de acá del barrio, anda por todos lados".
Fuentes judiciales señalaron que el sospechoso quedó alojado en el Instituto de Recuperación del Adolescente Rosario (Irar) por los asesinatos que se le atribuyen, que están siendo investigados por los fiscales de Homicidios Pablo Pinto y Miguel Moreno.