Una de las hipótesis que la Intendencia barajó para explicar el desplome de la góndola en la que se encontraban las dos menores que fallecieron fue el sobrepeso humano. La Fiscalía consultó a los expertos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) si esa opción era factible y la respuesta fue un contundente rechazo.
"La incidencia del peso (de los ocupantes) no es relevante (para explicar el desplome)", señala la pericia de parte encargada por la fiscal Cristina Herrero.
Los profesionales del Inti fueron más allá y sugirieron que aún sin que hubiera personas en la tasa 10, la góndola tenía altas chances de colapsar por su propio peso a raíz de los desajustes de los tornillos.
La hipótesis del sobrepeso había sido deslizada por el secretario de Gobierno, Fernando Asegurado. Seis meses atrás, el funcionario señaló: "En un primer momento los equipos del Sistema Integrado de Emergencias Sanitaria (Sies) habían identificado (a las víctimas) como adultos mayores, porque estamos hablando de jovencitas de un tamaño muy importante, algunas de ellas de más de 100 kilos de peso".
De allí que luego planteó que creía que "hubo una sobrecarga de peso" en la tasa que colapsó.
A los pocos días Asegurado se disculpó por estas declaraciones, amparándose en un contexto de desborde por lo que estaba ocurriendo en calle Salta al 2100, donde cuatro días antes explotó una torre tras una fuga de gas y fallecieron 22 personas.
Para la fiscal esta hipótesis desechada confirma además la gravedad de la situación, ya que al igual que otras tasas del juego, podían caer por su propio peso en cualquier momento.
Por Rodolfo Parody
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