Desde el Kempes a Instituto

En la noche del miércoles le avisaron al gerente del Departamento Fútbol Rubén Massei que finalmente el estadio Mario Kempes estaría ocupado por una concentración juvenil multitudinaria, razón por la cual en cuestión de minutos los colaboradores del cuerpo técnico buscaron una alternativa para realizar la última práctica de cara al partido con Belgrano. Y si bien el presidente pirata Armando Pérez les ofreció gentilmente el predio del club, finalmente el plantel de Central trabajó en el complejo La Agustina, perteneciente a Instituto.

Allí el micro de Empresa Argentina, el minibús de utilería y dos móviles policiales arribaron ayer a las 10 al polideportivo albirrojo para cumplir con la rutina establecida.

Tres de los integrantes del plantel auriazul fueron recibidos por los empleados del lugar con mucha alegría, motivo por el cual pudo verse a Caranta, Lagos y Encina saludarse con cada uno de los trabajadores de Instituto, quienes están pasando un momento difícil ya que en algunos casos hace hasta cinco meses que no perciben sus haberes.

El arquero es uno de los más queridos por estas tierras albirrojas, a tal punto que lo consideran no sólo un buen profesional "sino también un gran tipo", como esgrimió uno de los cancheros del predio.

Claro que a quien en tono jocoso lo hicieron sentir bien visitante fue a Franco Peppino, un cordobés con pasado pirata.

En cuanto al trabajo en sí los futbolistas de Central realizaron el tradicional fútbol-tenis, un partido en espacio reducido y sesiones de ejercicios físicos.

Con respecto a la incomodidad que genera disputar un partido a las 14, el tema que siempre despierta curiosidad es el de la ingesta previa, ya que el almuerzo sufre por lógica consecuencia una alteración, pero los jugadores tendrán a su disposición "un desayuno fuerte" alrededor de las 10.