El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la provincia realizó en los últimos días de 2013 tres denuncias penales tras detectar situaciones de trabajo infantil, durante operativos de inspección de rutina de ese organismo. En los tres casos, hubo adolescentes de 15 años involucrados, que fueron encontrados realizando tareas de discjockey, yesería y recepcionista, en distintas localidades de la provincia. Advertidas estas situaciones, la cartera laboral radicó denuncias penales en los juzgados de instrucción de turno.
Los funcionarios públicos que actuaron en los procedimientos de fiscalización constataron in situ ocupación de trabajo infantil, en presunta violación del artículo 148 bis del Código Penal, que estipula que "será reprimido con prisión de uno a cuatro años el que aprovechare económicamente el trabajo de un niño o niña en violación de las normas nacionales que lo prohíben, siempre que el hecho no importare un delito más grave. Quedan exceptuadas las tareas que tuvieren fines pedagógicos o de capacitación exclusivamente. No será punible el padre, madre, tutor o guardador que incurriere en la conducta típica".
"Desde la aplicación de la norma, pusimos en funcionamiento un protocolo, para detectar y denunciar en plazos perentorios esas situaciones", explicó el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Julio Genesini.
Prohibido. En nuestro país, la ley de contrato de trabajo, establece la capacidad para celebrar contratos a los 18 años de edad. No obstante, los menores de 18 y mayores de 16 pueden hacerlo con autorización de sus padres, responsables o tutores, que se formaliza ante la autoridad administrativa.
En Santa Fe se prohíbe el trabajo infantil y se protege a los adolescentes de entre 16 y 18 años, de cualquier trabajo que pueda ser peligroso para su salud o para su desarrollo. Por lo tanto, es ilegal que un niño trabaje en contravención a la normativa laboral.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a protección contra la explotación económica y contra el desempeño de trabajos que entorpezcan su educación o peligrosos para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social. Que un niño trabaje genera consecuencias para toda su vida: situaciones de poco peligro para los adultos, pueden ser de gran riesgo para los chicos. Por ejemplo, como su piel es más fina, pueden intoxicarse fácilmente; ante sustancias tóxicas tienen mayores posibilidades de padecer daños cerebrales y problemas de crecimiento irreparables.
Como los huesos están en desarrollo, el esfuerzo físico puede retardar el crecimiento y generar discapacidades; los más pequeños tienen menos capacidad para reconocer riesgos.
Que los chicos trabajen no garantiza que mejore la vida de su familia y menos la de ellos. Para alcanzar una vida mejor, la principal inversión es que vayan a la escuela y terminen sus estudios.