Las noches en los alrededores de la Estación Fluvial y del parque Nacional a la Bandera son "tierra de nadie". La afirmación corrió ayer por cuenta del concejal del bloque Unión PRO Federal, Carlos Cardozo, al referirse al consumo de alcohol de los menores en la vía pública, al estacionamiento de coches sobre los espacios verdes y a las tarifas irregulares que cobran los cuidacoches, trabajadores informales denominados popularmente "trapitos". Una postal que, según dijo, se agravó este fin de semana largo y ante la vista de agentes de cinco fuerzas de control y seguridad apostadas en la zona.
La problemática del estacionamiento trascendió a la zona del Monumento. Así quedó demostrado en estos días tras varias quejas de automovilistas a quienes les robaron todas las pertenencias de arriba de sus autos, el viernes pasado, en los alrededores de la cancha de Rosario Central (ver aparte).
Tanto Cardozo como su par macrista, Rodrigo López Molina, presentarán hoy en el Concejo un pedido de informe dirigido a la intendenta Mónica Fein y al secretario de Control, Pablo Seghezzo, ante la situación "irregular" que, según sostienen, constataron entre la noche del sábado pasado y la madrugada del domingo.
"Varios vecinos aseguraron que el consumo de alcohol por parte de menores, que estacionan en cualquier lugar, con las puertas del auto abiertas y los equipos de música a todo volumen, son una constante en la zona; una modalidad que no es nueva y se repite con las mismas características en las dársenas de avenida Colombres, en la zona norte, frente a los clubes de la costa", dijo el edil.
Pero lo que Cardozo remarcó como más significativo en este caso, en cercanías al Monumento, fue que "los desmanes" se dieron ante la presencia de agentes muncipales y policía provincial.
"Lo pudimos observar de manera personal al hacernos presentes en ese punto de la ciudad, donde había personal de cinco fuerzas". Se refirió a la Guardia Urbana Municipal (GUM), Control Urbano y Tránsito, también a efectivos de la Policía de la provincia y de la Prefectura Naval, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación. "Todos no eran más que testigos de las contravenciones que acontecían a la vista de los ciudadanos", destacó Cardozo.
En el pedido de informe solicitarán a la Intendencia que explicite si se labraron actas de estacionamiento prohibido en espacios verdes en la noche del viernes y madrugada del sábado pasado, si se decomisaron bebidas alcohólicas por consumo en la vía pública, se tomaron medidas preventivas ante el accionar manifiestamente extorsivo de cuidacoches en esa zona (cobran 20 pesos a los que van a cenar y 40 a los que van a los boliches) y cuántos efectivos dispuso la Municipalidad
También pedirán que se consulte al Ministerio de Seguridad de la Nación y al Ministerio de Seguridad de la provincia si se puede conocer el número de efectivos de la Policía y la Prefectura Naval dispuestos para dicho lugar de la ciudad de Rosario.
Los concejales del PRO sostienen que para evitar abusos de los trapitos hay que echar mano a la estrategia que se aplicó durante la Fiesta de Colectividades.
"En esa oportunidad la tarifa de diez pesos fue accesible, los cuidacoches estaban identificados y todo lo recaudado iba a los hospitales. Hay que repetir eso en noches especiales o de festividades. No en todos los casos ni todos los días", dijo Cardozo.
Proyectos Boasso. De ese modo expresó ciertas discrepancias con los proyectos presentados por el edil radical Jorge Boasso, quien busca identificar a los cuidacoches creando un registro y obligándolos a usar una credencial, por un lado. Y por otro establece zonas de estacionamientos regenteadas por distintas entidades de bien público a las que pueda beneficiar la recaudación.
Son iniciativas de su autoría que esperan tratamiento en el Concejo. "Existen cada vez más apretadores que se aprovechan de esta actividad", había reiterado Boasso hace unos días.