El grupo de defensa de los derechos laborales China Labor Watch (CLW) acusó a uno de los principales proveedores en China de la empresa tecnológica Apple de hacer trabajar a sus empleados en condiciones escandalosas. Según el informe presentado en Nueva York por CLW tras una investigación, la firma taiwanesa Pegatron es responsable de graves violaciones a las leyes laborales en tres de sus fábricas chinas.
La ONG denuncia larguísimos horarios de trabajo, incumplimiento de los contratos, salarios bajos, trabajo de menores de edad, maltrato por parte de los jefes y contaminación ambiental. Las condiciones en el lugar de trabajo y donde duermen hacinados los empleados son malas y hay preocupación por el estado de salud y la seguridad de los trabajadores, enumera CLW.
Tras una controversia similar surgida con su principal fabricante, la también taiwanesa Foxconn, Apple, productora del iPhone y el iPad con sede en EEUU, decidió cambiar y aumentar sus encargos a Pegatron.
En una primera reacción a las denuncias, el jefe de Pegatron, Jason Cheng, aseguró que comprobará las denuncias y que solucionará las posibles violaciones de las leyes chinas o de sus propios estatutos. "Nos tomamos muy en serio estas acusaciones", indicó.
También Apple aseguró estar comprometida con "condiciones laborales seguras y justas en su cadena de proveedores", y dijo que por tanto investigará de inmediato las acusaciones de CLW. "No permitiremos ninguna desviación de nuestro código de conducta", aseguró. "Hacer horas extras de forma desproporcionada no beneficia a nadie. Trabajamos en estrecho contacto con nuestros suministradores para impedir eso", se agregó.
Aunque Apple y la prensa llaman a empresas como Pegatron y Foxconn "proveedores", en realidad de las plantas chinas de estas firmas salen, completos y ya envasados y listos para la venta, los iPhone, Ipads y demás productos que diseña Apple, con sede central en California. Esta práctica está muy extendida entre las firmas tecnológicas occidentales, dada la enorme brecha que existe entre los sueldos estadounidenses, japoneses y europeos y los que se pagan en China.
Encubiertos. China Labor Watch envió de marzo a julio a investigadores encubiertos a las tres fábricas de Pegatron y llevó a cabo unas 200 entrevistas con sus trabajadores fuera de las plantas. "Nuestra investigación mostró que las condiciones de trabajo son peores en las fábricas de Pegatron de lo que eran en Foxconn", señaló el director de CLW, Li Qiang. "Apple no cumple con sus propios estándares", denunció. Los proveedores maltratan a sus trabajadores para conseguir los contratos de Apple. "De esa manera, Apple empeora las condiciones de los trabajadores en vez de mejorarlas", según Li Qiang.
La media de horas de trabajo a la semana en las tres fábricas es de entre 66 y 69 horas (esto da un promedio de 11 a 11,5 horas diarias de trabajo, tomando sólo un día de descanso semanal).
En Shanghai se presionó a los trabajadores para que firmaran un formulario para ocultar el verdadero número de horas que trabajan, según CLW. Apple aseguró que según sus propias investigaciones el horario medio era en junio en Pegatron de 46 horas a la semana.
Los miembros de CLW investigaron fábricas de la compañía y de sus filiales, Riteng en Shanghai y AVY en Suzhou, donde se fabrican iPhones, componentes del iPad y computadoras Apple. Con los nuevos contratos Pegatron había aumentado el año pasado el número de trabajadores de 50.000 a 70.000. "Las fábricas de Pegatron violan un gran número de leyes chinas e internacionales, así como los estándares exigidos por Apple y su propio código de responsabilidad social", agrega en el informe, que además critica que hay más de 10.000 aprendices de edad entre 16 y 20 años trabajando en fábricas repletas.
Apple respondió que trabaja de forma estrecha con China Labor Watch y que sus equipos en China investigarán de inmediato las denuncias. Con su nuevo director Tim Cook, Apple intenta hacer más transparentes las condiciones de trabajo en las fábricas de sus suministradores en China. La empresa fue la primera en formar parte de la organización Fair Labor Association (FLA), que lleva a cabo sus propios controles.