Denuncian abuso policial en uno de los allanamientos
El relato de Margarita Sánchez asusta. Según ella, el domingo a las 10 de la mañana estaba en su casa de Galicia al 400, en zona norte, preparándose para desayunar cuando su hermana le advirtió...
15 de octubre 2013 · 01:00hs
El relato de Margarita Sánchez asusta. Según ella, el domingo a las 10 de la mañana estaba en su casa de Galicia al 400, en zona norte, preparándose para desayunar cuando su hermana le advirtió que un grupo de policías estaba llegando a la vivienda. Margarita pensó que venían a buscar a su hijo, que es agente de la comisaría 30º, pero inmediatamente sintió el estruendo que hizo la puerta cuando la tiraron abajo. La mujer denunciará hoy en los Tribunales "el abuso de los efectivos que encabezaron uno de los operativos relacionados con el ataque a la casa del gobernador y el robo de pertenencias", tras el paso de los agentes.
Altas fuentes policiales consultadas por LaCapital negaron las acusaciones de la mujer. "El acta del procedimiento está rubricada por dos testigos que no señalaron haber observado ninguna irregularidad y el allanamiento está filmado", indicaron.
La versión de Sánchez es diferente. "Nos hicieron tirar al piso a mi hermana y a mí, nos apuntaban con el arma en la cabeza. Yo preguntaba qué pasaba, qué querían y me decían que me quedara calladita, que estaban buscando armas por el atentado a Bonfatti. Me dijeron que tenían una orden de allanamiento, pero yo nunca la vi", sostuvo la mujer.
Después de esto, agregó, los policías subieron al piso de arriba porque creían que su hijo (Alejandro Olivares, agente de la comisaría 30º) a quien también buscaban, estaba escondido ahí. En la plata alta, aseguró, "lo que menos buscaban eran armas. Revolvieron todo. Me robaron cerca de $ 3000, dos cadenas de oro y un reloj importante que era de mi marido. También había una gargantilla muy finita que se llevaron y una más armada que la dejaron porque era más complicada de esconder".
De acuerdo al relato de la mujer, "buscaban por todos lados y la situación era muy violenta. Es todo muy raro, están queriendo poner a mi hijo de chivo expiatorio. El día del atentado él había hecho guardia de 20 a 8 (el ataque fue pasadas las 21) y después se fue a hacer adicionales a una fábrica", sostuvo.
Después del procedimiento, "no se llevaron ningún arma aunque sí 13 municiones de F.A.L que Alejandro tenía de cuando había estado en el ejército, hace un montón de años", sostuvo Sánchez y afirmó que su hijo "está en la policía desde 2004 y no ha tenido problemas de ningún tipo, más allá de una causa por abuso de armas ante una reyerta con presos cuando trabajaba en la alcaidía".
Mientras estaban los policías en la casa, llegó Olivares, se identificó, conversó con los agentes y luego fue con ellos a la comisaría a declarar. El arma reglamentaria de Alejandro fue peritada por haberse encontrado impactos de pistola 9 mm en la casa del gobernador.
"Vamos a hacer la denuncia. No tenemos abogados porque mi hijo dice que no necesita porque no tiene nada que ocultar", finalizó.