El día después es el momento donde se comienza a caer. Bajan las revoluciones y
aparece la real dimensión de lo logrado. Juan Martín Del Potro lo vivió de manera muy particular
tras haber ganado el US Open ante el suizo Roger Federer. Y prepara su regreso triunfal al país,
donde hoy será recibido como un héroe.
El tandilense eligió un restaurante en pleno Manhattan para pasar la noche,
donde dejó de lado su carácter tímido y dio rienda suelta a toda la alegría contenida, en compañía
de su cuerpo técnico, su manager y periodistas que cubrieron el torneo.
Su triunfo tuvo repercusiones en todo el mundo y fue reconocido por sus rivales,
como David Nalbandian, quien remarcó que fue un triunfo del tenis argentino. "Es un gran triunfo
del tenis argentino porque demostró que no hay objetivos imposibles".
Además afirmó que "fue fantástico y sirve porque después de mi camada había un
hueco generacional, y el primero de los nuevos que logra algo importante es él".
"Terminó de demostrar que es un gran tenista, y en una final de un Grand Slam
nada menos que ante Federer", enfatizó Nalbandian.
También Del Potro recibió las felicitaciones del secretario de Deporte de la
Nación, Claudio Morresi: "Es un premio al esfuerzo, al talento y a la dedicación".
Además, expresó las felicitaciones de la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner y de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, por su logro deportivo.
Luego de los festejos nocturnos, Delpo se levantó temprano porque lo llevaron a
pasear con la Copa por todos los lugares tradicionales de la ciudad de Nueva York.
La foto que recorrerá el mundo será la que se sacó en el Empire State, con el
trofeo que le arrebató a Federer, el mejor tenista de todos los tiempos.
"Cada cinco minutos se me viene a la cabeza la imagen del último punto y me
agarran escalofríos", contó Juan Martín, al tiempo que reconoció que recién cuando pasen algunos
días llegará a comprender la real dimensión de su logro.
Luego dialogó con todos los medios en Nueva York y reconoció que su próximo
objetivo será el Masters, que se disputará en Londres, al que está clasificado por haber ganado el
abierto de los Estados Unidos.
"El Masters es mi próximo objetivo", reconoció Delpo, quien no pudo sacarse en
todo el día la sonrisa de la boca.
Delpo se animó a decir que uno de los sueños que tiene es ser el número uno del
tenis, sabiendo que mientras esté con vigencia Federer será algo complicado. "El número uno es otro
de los sueños que tengo, como era ganar el US Open y cada vez estoy más cerca, pero al mismo tiempo
todavía lejos de lo que es Roger hoy y además hay varios arriba mío. Pero sé que mientras yo esté
bien puedo tener oportunidad con todos", subrayó.
"Lo bueno es que soy joven para aprender, mejorar y en un futuro, cuando ya esté
todo listo, en todos los aspectos, voy a poder aspirar a pelear el número uno", añadió.
"Fue una mañana agitada, pero es parte de todo esto y me pone muy feliz. Nunca
había estado en el Empire State y me pareció muy lindo. Se me hace difícil tomar conciencia de lo
que pasó", describió.
"Cuando terminó el partido Roger me dijo palabras que me emocionaron: «Disfrutá que es tu
momento». Todavía no caigo", concluyó.
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