El año 2013 volvió a cerrar por segundo período consecutivo con déficit primario, un esquema en el cual incidieron fundamentalmente el alto crecimiento del gasto, una recaudación impositiva más moderada y una duplicación de rentas de la propiedad, que representan las transferencias de las utilidades del Banco Central y de la Ansés al Tesoro.
Esa es la conclusión a la que arribó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en último informe sobre el cierre fiscal 2013 elaborado por los economistas Nadin Argañaraz, Ariel Barraud, María Pía Brugiafreddo.
El informe indica que los datos correspondientes a la ejecución presupuestaria nacional de diciembre de 2013 arrojaron que en 2013, los ingresos totales del gobierno nacional alcanzaron los 717.914 millones de pesos, lo que representa un aumento del 30,4% respecto a 2012. Eso “significó una aceleración de los recursos totales, si se considera la velocidad de crecimiento que mostraron el bienio anterior”, apuntó Iaraf y dijo que “esa dinámica no estuvo en consonancia si se desagregan sus principales componentes”.
Detalló que en el caso de los ingresos tributarios (la recaudación, que representa más de la mitad de los ingresos totales) en 2013 se expandieron a un ritmo más moderado que los años previos. Crecieron un 22,7%, la tasa más baja de los últimos 6 años (con excepción del 2009). Los meses finales de 2013 contribuyeron a este comportamiento bajista, y el dato de diciembre (crecimiento de apenas el 15,5%) es una clara muestra de eso.
Por su parte, las contribuciones a la seguridad social (constituyen alrededor de un 32% del total de recursos) se mantuvieron creciendo a una tasa relativamente estable, con una variación cercana al 32%.
La mejora en la performance de los ingresos totales “se benefició de la abultada asistencia de los organismos gubernamentales”. Concretamente, el rubro rentas de la propiedad, que abarca entre sus principales componentes a las utilidades del Banco Central de la República Argentina transferidas al Tesoro y las rentas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Ansés, que mostró un fuerte dinamismo en 2013, al registrar un aumento del 106,1%. “Las rentas de la propiedad adquirieron fuerte preponderancia como fuente de fondos del gobierno nacional, llegando en 2013 a representar un 8% del total de los recursos fiscales, una de las participaciones relativas más altas del período considerado”, indicó Iaraf.
Un punto relevante, que no debe ignorarse desde el punto de vista de la política económica, es si el traspaso de estas rentas al Tesoro genera emisión monetaria, indicó el instituto. “Eso implicaría que mientras más relevantes se tornan las mismas dentro del resultado fiscal, mayor es la probabilidad de que el gobierno no pueda actuar absorbiendo genuinamente dinero”.
El gasto. Por su parte, el gasto primario (antes del pago de intereses de la deuda) ascendió a 740.393 millones de pesos, con un aumento de 33,5%. En sintonía con los ingresos, las erogaciones también crecieron en 2013 por encima a los dos años anteriores.
Del crecimiento anual de ingresos y gastos resultó un diferencial de velocidades de 3 puntos. Esa dinámica fue en línea con lo ocurrido años anteriores, en los que el gasto primario aumentó más que los ingresos, con excepción del 2010.
Al interior del gasto, “se verificó una significativa discrepancia en la velocidad de crecimiento entre las erogaciones de capital y las corrientes. Las primeras mantuvieron un fuerte dinamismo principalmente antes de las elecciones legislativas”, apuntó Iaraf. Cerraron 2013 con una suba anual del 46,9%, 15 puntos porcentuales más que la suba de erogaciones corrientes (+31,8%).
El gasto total exhibió un crecimiento más moderado (+29,1%), debido a la caída interanual del gasto en concepto de intereses de la deuda. Estos registraron una pronunciada caída en diciembre (-74,1%), básicamente por el efecto de la base de comparación (dicho gasto fue alto en diciembre de 2012 al incluir el pago del cupón PIB).
Con el registro de diciembre, las cuentas públicas del gobierno nacional cerraron 2013 con un resultado fiscal deficitario en 64.477 millones de pesos, un 16% mayor respecto al déficit del 2012. En términos del PIB dicho déficit representaría un 2,2% (en caso de que se hubiese pagado el cupón PIB se habría ampliado a un 2,9% del producto).
El resultado primario tuvo por segundo año consecutivo un valor negativo (desde 1996 hasta 2011 exhibió un saldo positivo). El rojo fue de 22.479 millones de pesos, equivalente a un 0,8% del PIB.