Central arranca el tramo final del Clausura. Después del clásico, un mojón emocional superado airosamente en esta loca carrera para lograr la permanencia, el equipo de Miguel Russo mira fijo el horizonte con el corazón en una mano y la calculadora en la otra. Según su técnico, los canallas tienen la obligación de mantener la efectividad (67 por ciento) que construyeron desde la salida de Gustavo Alfaro. Y para lograr esa exigente meta matemática deberán adueñarse de 12 de los 18 puntos que ofrece lo que resta del torneo. Siempre mirando de reojo a Racing y Godoy Cruz en la tabla del miedo. En este marco de ambiciones y necesidades, aparece la visita de esta noche, a las 21.15, a Lanús, un rival encumbrado que está peleando los puestos de privilegio en el campeonato y que ofrece una sede habitualmente hostil para los auriazules.