Cuba puso en marcha ayer la tan esperada reforma migratoria que flexibiliza los viajes al extranjero de sus ciudadanos. Estos dejaron de necesitar el permiso de salida y la invitación del país de destino que debían presentar hasta ahora. Es el mayor cambio en el régimen migratorio cubano en más de 30 años. Ayer se formaron grandes filas antes las oficinas habilitadas para el nuevo trámite.
Casi 200 oficinas en todo el país abrieron desde la mañana para recibir los trámites de los nuevos pasaportes, según destacaron medios oficiales. Desde ayer los cubanos sólo necesitan un pasaporte en regla y la visa del país de destino para poder salir de la isla. El gobierno de Raúl Castro anunció el pasado 16 de octubre la reforma, una de las más anheladas desde que el menor de los hermanos Castro asumió el poder en 2006. Desde 1976, los cubanos debían presentar un permiso de salida conocido coloquialmente como "tarjeta blanca", así como una invitación del extranjero para poder viajar a otros países.
La expectativa ante la medida causó colas y aglomeraciones ante algunas de las oficinas de migraciones, pero no en todas. En varios barrios de La Habana se podía ver a grupos de hasta 100 personas interesados en los trámites. La afluencia en el aeropuerto de La Habana era normal a media mañana. "¡Esto sí que es eficiencia!", gritó Lorenzo de Armas al salir de la oficina de migración del barrio de El Vedado, adonde llegó a actualizar su pasaporte y fue informado "en cuestión de segundos" de que no necesitaba hacer ese trámite pues se había hecho automáticamente. A la entrada de esta oficina, muy concurrida desde que el gobierno anunció la reforma migratoria el 16 de octubre, dos carteles advertían que sólo necesitaban actualizar sus pasaportes los menores de 18 años y los discapacitados. "Ojalá fuera así para todo", bromeó De Armas quien visitará a sus hijos en México.
Yoani, caso sensible. La conocida bloguera opositora Yoani Sánchez fue una de las primeras en llegar a la oficina de El Vedado. Su intención era que convertirse en un "termómetro" del real alcance de la reforma, comentó su esposo, el también escritor opositor Reynaldo Escobar. Sánchez comentó que pudo iniciar los trámites para obtener su nuevo pasaporte sin problemas. "Le he preguntado (al funcionario) si puedo reservar ya un boleto de avión, si es seguro que voy a poder viajar, y me ha dicho «puede reservarlo»", relató. Sánchez tiene que volver en 15 días para retirar su pasaporte. "Estoy esperanzada, pero mantengo la cautela", agregó. Es que las autoridades cubanas le han negado en el pasado más de 20 veces el permiso de salida pese a que contaba con el visado de los países de destino. El caso de Yoani Sánchez se hizo famoso en el mundo entero, y junto con otros similares, tal vez influyó en la decisión aperturista de Raúl Castro, un comunista de la vieja escuela. El esposo de Sánchez, Reynaldo Escobar, al igual que su esposa, debe recoger su nuevo pasaporte en 15 días. "De cumplirse (la entrega del pasaporte), se evidenciará que las reformas son de un calado más amplio del que se pudiera imaginar", comentó.
La nueva ley permitirá también a los cubanos prolongar sus estancias en el extranjero de 11 a 24 meses. Otra de las medidas anunciadas permite el regreso temporal de emigrantes que salieron ilegalmente después de 1994.
En suma, la reforma de Raúl Castro causó alegría entre los cubanos, aunque muchos no tenían claros los detalles. "Creo que la ley ha sido muy justa", comentó Marta Caridad, quien elogió a Raúl Castro por la medida. Esta habanera de 58 años ya tiene un visado de Estados Unidos y espera poder visitar pronto a su familia en Carolina del Norte.
Ver para creer.Ante la noticia de que no se necesita actualizar el pasaporte, mucho gente se presentó a las oficinas para verificar si era verdad. "Yo vine a ver si era cierto", contó Aracelli, de 66 años, quien espera viajar pronto al extranjero. "Vengo a ver si había información, nada más", contó Carlos, un estudiante de 23 años. "A ver si no tengo problemas a la hora de salir". Carlos quiere viajar a México.
Pero aún faltan despejar varias incógnitas. Por ejemplo, si también podrán viajar libremente todos los profesionales de alta calificación como los médicos, o los deportistas de alto rendimiento. O las personas como Yoani Sánchez y su esposo, "fichados" por el aparato de represión del Estado. Porque al anunciar la medida en octubre, el gobierno dejó entrever que seguirá habiendo restricciones para grupos considerados "vitales" para el país, así como por motivos de "defensa" y "seguridad nacional".
La posibilidad de que los médicos no afronten restricciones despertó grandes expectativas la semana pasada. Según informaciones no confirmadas oficialmente, el Ministerio de Salud comunicó a directivos de hospitales que el personal médico no necesitará un permiso especial para poder viajar temporalmente. Se estima que la reforma beneficiará a un gran número de ciudadanos corrientes que, siempre que puedan financiar el viaje y obtengan el visado del país de destino, podrán viajar con mayores facilidades. La reforma, sin embargo, no implicará previsiblemente la salida masiva de la isla. La gran mayoría de países exige visado de entrada a los cubanos.
EEUU, caso aparte. La reforma plantea desafíos especiales en relación con Estados Unidos. Prácticamente todo cubano tiene un familiar o amigo en el país norteamericano, donde vive 85 por ciento de los dos millones de emigrados, sobre todo en Florida. Washington ya anunció que no cambiará por ahora su política migratoria con Cuba, aunque seguirá con atención la evolución del tema. Para entrar legalmente a EEUU los cubanos deben tramitar un visado ante la Oficina de Intereses en La Habana. Desde hace días, la pequeña dependencia muestra una importante fila de cubanos que hacen el trámite. Pero el número era ayer el habitual, dijeron funcionarios, dado que sólo pueden presentarse los que sacaron turno, generalmente con un año de antelación. En las misiones diplomáticas de México, España y otras naciones se vio un incremento en el número de cubanos que generalmente se presentan los lunes para proseguir sus trámites de visado, según un diplomático europeo.