La presidenta Cristina Fernández respaldó ayer públicamente al gobierno venezolano de Nicolás Maduro frente a las protestas opositoras registradas en Caracas y pidió "respetar la democracia y la voluntad popular" al sostener que "no se puede por haber perdido una elección poner en vilo a un país".
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, también respaldaron al gobierno de Venezuela, que enfrenta una crisis política y movilizaciones opositoras (ver página 26), mientras que el primero insistió en que no está prevista una reunión de la Unasur para tratar ese tema.
"Extendemos nuestra mano solidaria a todo el pueblo venezolano, recordando que no hay nada más importante para todos, para los que piensan como piensan, hayan votado como hayan votado, que no hay nada más importante que el respeto a la democracia y a la paz", agregó Cristina en su mensaje.
Al encabezar un acto en la localidad bonaerense de Florencio Varela emitido por cadena nacional, la presidenta envió un mensaje a la oposición política de Maduro, uno de cuyos líderes, Leopoldo López, fue encarcelado por orden del mandatario bolivariano: "Si ahora no les tocó ganar las elecciones, habrá oportunidad en un próximo turno electivo de presentarse nuevamente a las elecciones".
Luego advirtió: "Las elecciones son así: se ganan o se pierden, pero no se puede, por haber perdido una elección, poner en vilo a un país, poner en vilo a una región que ha sido declarada hace tiempo por la Celac como una región de paz".
"Y eso es lo que queremos seguir siendo los miembros de la América del Sur, de América Latina y del Caribe: una región de paz", remarcó.
Cristina insistió en mencionar "la paz y el respeto a las democracias" como "valores a defender como argentinos". "No se trata solamente de la República de Venezuela, lo hemos hecho cuando estuvo en peligro la democracia en Bolivia, cuando estuvo en peligro la democracia en Ecuador", recordó.
Además, en un mensaje que pareció destinado al dirigente social Luis D'Elía, quien pidió "fusilar" al opositor venezolano Leopoldo López, la mandataria dijo que "las manifestaciones políticas o verbales que cada uno tiene derecho hacer se pueden hacer sin violencia, sin agresión", al advertir que "la violencia siempre engendra mayor violencia aunque sea verbal"
"La paz se construye cotidianamente con nuestras palabras y nuestras acciones. Tenemos que ser todos más tolerantes con nuestra lengua y acciones, no seamos tontos, por favor, seamos inteligentes y ayuden a contribuir esa paz", pidió la jefa de Estado.
Por su parte, Capitanich insistió con que "no está prevista una reunión cumbre" del bloque regional de la Unasur "ni de mandatarios" para analizar la crisis en Venezuela, y destacó que en el país se sigue "un monitoreo integral de todos los conflictos en el mundo", como los que también se suceden en "Ucrania y Sudán del Sur".
En tanto, Parrilli advirtió que "lo que está pasando en Venezuela es un intento de desestabilización, de golpe de Estado", y envió su "apoyo y solidaridad" a Maduro "y al pueblo" de esa república.