Toronto. — La presidenta Cristina Fernández de Kirchner protagonizó aquí un cruce verbal
con su par de Francia, Nicolás Sarkozy, durante el debate que se dio en el seno del G-20 sobre si
la salida a la crisis económica mundial debe hacerse mediante el ajuste o los estímulos fiscales.
Cristina celebró en ese debate que el G-20 de Toronto “no legitimó el ajuste” como
receta universal.
En las deliberaciones de los 20 jefes de Estado, Sarkozy dijo que los
líderes de América latina, que rechazan el ajuste implementado en Europa, desconocen del
“hostigamiento” que sufre el euro en los mercados, y que justifica las medidas de
ajuste. Según relató la propia presidenta a la prensa argentina, luego de la intervención de
Sarkozy pidió la palabra para responderle, dado que “no es de buen tino interpelar a alguien
porque no se está de acuerdo con lo que se dice”, y para aclarar que a la Argentina le
interesa la salud del euro porque tiene parte de sus reservas en esa moneda. “Me mencionó y
me vi obligada a contestar”, argumentó Cristina, al relatar el episodio durante una
conferencia de prensa para periodistas argentinos. Siempre en su rol de cronista, la presidenta
contó que le dijo a Sarkozy que a ella le preocupa “la estabilidad de Francia. Estoy segura
de que Sarkozy no tiene ni un peso (argentino) en su banco central”, ironizó. Además,
“en América latina podemos dar cátedra de hostigamiento y embargo”, retrucó utilizando
los mismos términos usados por Sarkzoy.
En contraste con los medios argentinos, los franceses no dieron ningún
espacio al cruce verbal. En el portal de Le Figaro, por ejemplo, la única mención a la Argentina se
refería al amplio triunfo de la selección ante México en Mundial: “Argentina
oportunista”, titulaba, venenoso, el diario parisino.