En su último discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), la presidenta Cristina Kirchner reclamó ayer a Estados Unidos "colaboración" para dar con el paradero del ex agente de Inteligencia Antonio Jaime Stiuso, quien —aseguró— se encuentra en ese país y es buscado por la Justicia argentina e Interpol, en el marco de la causa Amia.
Asimismo, la jefa del Estado destacó la reciente aprobación en la ONU de la iniciativa argentina para regular las reestructuraciones de deudas soberanas y sembró dudas sobre "el financiamiento" del grupo islámico terrorista Isis.
Sorpresivamente, no incluyó el habitual reclamo por la soberanía de las islas Malvinas, que fue un pedido constante en sus siete anteriores discursos frente a la asamblea (tema principal de su alocución en algunos de ellos).
"Citamos al embajador norteamericano en la Argentina para saber en calidad de qué se encuentra este ex servicio secreto en Estados Unidos (por Stiuso). El estuvo a cargo de la causa Amia desde el primer momento", advirtió Cristina.
De inmediato, agregó: "Diría que que está en calidad de protegido. No se sabe de qué ni por quién, pero está aquí". En abril pasado, las autoridades de la UFI-Amia le pidieron a Interpol que averiguara el paradero del ex jefe de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI) para traerlo a la Argentina con el objetivo de que explique en qué consistió su colaboración con el fallecido fiscal Alberto Nisman, en el marco de la investigación del atentado contra la mutual israelita (1994).
Al respecto, planteó: "Pedimos la colaboración de Estados Unidos. La solicitan fiscales que quieren saber el paradero de ese funcionario de Inteligencia, al que se lo nombra en la causa de encubrimiento".
La presidenta, a su vez, recalcó la "vinculación absoluta" de Stiuso con Nisman, tras cuya muerte —sostuvo— en la causa que investiga el atentado "comenzaron a surgir datos reveladores y estremecedores, como vinculaciones con servicios externos secretos, con fondos del exterior y con fondos buitre".
En ese sentido, dijo que la causa Amia "está virtualmente paralizada" luego de que se declarara la inconstitucionalidad del memorándum. Y añadió: "Queda apelar sólo a la buena voluntad de Irán, porque no tenemos otro instrumento para lograr la declaración (de los ex funcionarios de ese país acusados por el atentado)".
No obstante, destacó el inicio del juicio oral y público en la Argentina por el encubrimiento local del caso Amia, que, según consideró, "constituye un complicado tablero de ajedrez, una telaraña de intereses externos donde quedan atrapados los más chicos y los otros permanecen afuera".
Asimismo, en su discurso de 40 minutos ante la asamblea, Cristina reivindicó otra vez la firma del memorándum con Irán para avanzar con la causa Amia y lo volvió a comparar con el acuerdo de Estados Unidos con ese país por la no proliferación de armas nucleares.
"Si somos cómplices del régimen iraní, ¿qué es el presidente Barack Obama, entonces?", planteó Cristina.
Luego cuestionó "la hipocresía en materia diplomática" y añadió: "Hay mucha geopolítica, pero poco interés en saldar la memoria, verdad y justicia que exigen las víctimas (del atentado)".
En las primeras filas del recinto neoyorquino siguieron atentamente su mensaje los integrantes de la comitiva argentina, entre ellos el canciller Héctor Timerman; la embajadora en Estados Unidos, Cecilia Nahón; el jefe de la AFI, Oscar Parrilli; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el ministro de Economía, Axel Kicillof.
En otro orden, Cristina se refirió al accionar de Isis: "Quisiera saber cómo funciona ese grupo islámico, quién lo financia. Vemos que degüellan personas y tres o cuatro cámaras filmando las escenas. Pero no es una filmación casera y ya parece una película de Francis Ford Coppola", ironizó.
Consideró que dilucidar eso "ayudaría, con seguridad, a que el mundo pudiera encontrar la clave para combatir uno de los peores flagelos de la humanidad: los fundamentalismos de cualquier orden".
Raúl y Francisco
Cristina Kirchner cerró ayer su último discurso en Naciones Unidas con elogios a su par de Cuba, Raúl Castro, y al Papa Francisco. Acerca del Santo Padre, enfatizó: “Tuvo un papel descollante en la articulación entre Cuba y Estados Unidos. Y vino aquí (la ONU) a decirle al mundo que las finanzas no pueden seguir manejando la política”.