La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer un aumento del 20 por ciento en el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias de la cuarta categoría, que grava el salario de los trabajadores en relación de dependencia y a los monotributistas. La medida, que comenzará a regir a partir del 1º de marzo de este año, establece un nuevo piso para el pago del tributo que se fijó en 8.360 pesos del salario bruto para los empleados solteros ($6.938 neto o de bolsillo) y de 11.563 pesos ($9.595 neto) para los casados con dos hijos.
En cadena nacional, después de la entrega de 55 certificados de créditos del Bicentenario a distintas empresas y ante la presencia del director general de la OIT, Guy Ryder como invitado especial, la mandataria se despachó con una sucesión de anuncios económicos entre los que sumó el anticipo de los datos del desempleo del cuarto trimestre de 2012 —que el Indec difundirá recién a mitad de febrero— que arrojaron un porcentaje del 6,9 por ciento; la modificación del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, el incremento del 15,18 por ciento de las jubilaciones y pensiones y el crecimiento del 1,8 por ciento de la economía durante 2012.
En medio de una discusión paritaria que había alcanzado un nuevo grado de tensión cuando el Ministerio de Trabajo frenó el acuerdo de los bancarios y cuando la conducción de la CGT le reclamó a Cristina modificar ganancias antes de negociar salarios, para evitar incluir este beneficio en la discusión por la mejora del ingreso, el gobierno nacional tomó la iniciativa y modificó un impuesto que le representará un costo fiscal de 8.000 millones de pesos.
"A partir del 1º de marzo comenzará a regir esta medida", dijo la presidenta y el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Ricardo Echegaray, dará los detalles sobre la decisión.
Raras comparaciones. Las precisiones de Echegaray permitirán pasar en limpio un anuncio que navegó sobre la comparación de distintos universos de números: salarios brutos y netos. Tradicionalmente el gobierno anuncia los mínimos no imponibles sobre los valores del salario neto (bolsillo). Así, en abril de 2011 cuando se produjo la última modificación el mínimo para un soltero era de $5.782 y para el casado de $ 7.998.
Ayer, la presidenta dijo que el mínimo se incrementaba un 20 por ciento pero dio como base para empezar a pagar los impuestos los valores de los sueldos brutos.
"De este modo, sólo va a pagar el que más tenga, porque a partir de ahora el 82,52 por ciento de los trabajadores en relación de dependencia o monotributistas no van a tributar ganancias", indicó Cristina y señaló que la cuarta categoría representa en Argentina el 5 por ciento del total de la recaudación de ganancias, "cuando en Brasil y Perú es del 7 por ciento y en Chile y Uruguay del 8 por ciento".
La presidenta mostró con un ejemplo el impacto de la modificación en el bolsillo. "Para un trabajador casado con dos hijos que ahora gane de salario bruto $11.600, un poco más del límite, y que antes pagaba $211 de ganancias, ahora tributará tres pesos", dijo e ironizó: "Es menos de lo que pagaría por un pasaje en el subte de Macri".
Contención salarial. En un auditorio a pleno de empresarios, muchos de los cuales fueron receptores de los certificados de créditos del Bicentenario en ese acto, la presidenta volvió a insistir con el reclamo de moderación en la discusión salarial a los dirigentes sindicales. "Escuché decir que es el 20 por ciento por el 20 por ciento (en alusión al porcentaje de reducción del mínimo de ganancias y el aumento que pretende el gobierno para las paritarias), pero si hay un 82 por ciento de los trabajadores que queda afuera del pago del impuesto, es ilógico que la discusión paritaria se haga en base a un 17 por ciento", dijo la mandataria.
Puso el ejemplo del sector bancario y dijo: "Un gremio como el bancario pelea el salario en base a la rentabilidad del sector, pero hay que decir que esta rentabilidad financiera se conforma de tasas de interés altas, no es por competitividad, es por aumento de costos que impactan en toda la cadena", dijo.
Recordó además —como hizo durante 2012— la falta de responsabilidad de muchos dirigentes gremiales que "nunca se quedan sin trabajo, los que se quedan sin trabajo son sus representados".
"Les pido a los trabajadores, a los dirigentes gremiales y a los empresarios que la negociación salarial sea absolutamente racional. Ni que los primeros busquen apoderarse de la renta que no les corresponde ni tampoco que el trabajador pretenda una negociación salarial que termine impactando en el resto. Porque ya sabemos que luego los empresarios remarcan los precios y los pagan los otros trabajadores, los que están informales", sinceró.
Por otra parte aseguró que si los salarios se acuerdan en función de la rentabilidad, "los peones rurales deberían ser los mejores pagos y curiosamente no sólo tienen los sueldos más bajos sino que es un sector que registra un alto grado de informalidad".
El presidente del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, señaló ayer que "los anuncios de son una muy buena noticia para todos los argentinos, son la consecuencia de un Estado presente, fuerte, que logró mantener el índice de desocupación en un dígito" y aseguró que "tendrán un fuerte impacto en el mercado de consumo interno".