Teherán.— Miles de manifestantes tomaron ayer nuevamente las calles en varias ciudades de
Irán y protagonizaron duros enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que dejaron al menos ocho
muertos y decenas de heridos, según informaron medios opositores. Entre los muertos estaría el
sobrino del líder opositor Mir Hussein Mussavi.
Se trata del peor brote de violencia desde las polémicas elecciones de
junio, que consagraron como presidente al ultraconservador Mahmud Ahmadineyad y que fueron
rechazadas por la oposición por fraudulentas.
Al menos cuatro personas murieron en los violentos enfrentamientos que
la policía mantuvo con los grupos de manifestantes cerca de la Universidad de Teherán, mientras los
otros cuatro perecieron en combates callejeros contra la policía en la ciudad de Tabriz, en el
noroeste iraní.
La página web reformista Parlemannews aseguró que uno de los fallecidos
es Alí Mussavi, sobrino del principal líder opositor. Esta información, no obstante, no pudo ser
corroborada por el cerco informativo impuesto por las autoridades, que prohíben a la prensa
internacional trabajar en la calle y cubrir las manifestaciones.