Si faltaba una frase para cerrar este concepto, basta ver la escena, entre romántica y despiadada, en la que el joven botones Zero, del Gran Hotel Budapest, le revela a Agatha el porqué del nacimiento de ese romance. "Ambos estábamos completamente solos en el mundo", le dice mirándola a los ojos.
Esa constante sobrevuela cada una de las historias que hoy van por el premio mayor de la Academia de Hollywood, sin dudas, el trofeo más codiciado en el universo de la industria del cine.
"El Gran Hotel Budapest" compite por 9 estatuillas: mejor película, director (Wes Anderson); guión original; banda sonora; maquillaje; dirección de arte; diseño de vestuario; fotografía y montaje.
Ambientada en la vieja Europa de entreguerra, el filme de Anderson es candidato porque apela a la belleza narrativa en una trama con humor, un elenco multiestelar (de Fred Murray Abraham, Adrien Brody y Willem Dafoe a Bill Murray, Edward Norton, Jude Law y Ralph Fiennes) y una cámara atenta en cuidar el tratamiento de la imagen. La contra es que la Academia no premió una comedia como mejor película al menos en los últimos 20 años. Lo más cercano fue "El artista" (comedia romántica), en 2012 y "Belleza americana" (comedia dramática), en 2000.
"Birdman" es una perlita cinematográfica, pese a que no faltaron críticos que disientan con esta opinión. Filmada casi en un plano secuencia, es el derrotero de Riggan Thomson (Michael Keaton), un actor en pleno dilema ético, quien decide interpretar una pieza de Raymond Carver en teatro antes de ponerse la capa para hacer otra saga de un superhéroe en la pantalla grande. Tiene realismo mágico, y lleva de las narices al espectador.
También va con 9 nominaciones. Y una tiene un guiño argentino, es la que corresponde al mejor guión original, en la que Armando Bó y Nicolás Giacobone (quienes ya habían participado en "Biutiful") se suman a las lapiceras del realizador Alejandro González Iñárritu y Alexander Dinelaris. El filme del autor de "21 gramos", "Babel" y "Amores perros" está en carrera por mejor película; director; actor (Keaton); actor secundario (Edward Norton); actriz secundaria (Emma Stone); sonido; fotografía y edición de sonido. Sería un gran gesto del jurado de los Oscar designarla mejor película, pero la estética anticonvencional del filme no coincide con las características de las que históricamente se llevaron el premio mayor. O sea, demasiado transgresora para un jurado tan standard.
"El código enigma" llega mordiendo los talones, pero sin la bendición de los premios previos al Oscar. La historia del analista y héroe de guerra Alan Turing, cuyo sistema de decodificación de mensajes nazis fue clave en la Segunda Guerra Mundial, tiene varios tópicos para disfrutar en un mismo filme. Desde la lucha incansable de un pionero en los sistemas de computación, que además pagó un alto precio por ser homosexual, hasta las traiciones y presiones de las autoridades militares británicas. Una de las cuatro biopic nominadas, junto con "Francotirador", "La teoría del todo" y "Selma".
Con 8 nominaciones, pelea por mejor película; director (Morten Tyldum, en apenas su segunda película); actor (Benedict Cumberbatch, impecable); actriz secundaria (Keira Knightley); guión adaptado; montaje; banda sonora y dirección de arte.
"Boyhood" es otra de las joyitas del año, y merecidamente apunta a ser protagonista en estos Oscar. Linklater siempre fue un especialista en retratar el paso del tiempo.
Lo hizo de maravillas en la trilogía “Antes del amanecer”, “Antes del atardecer” y “Antes de la medianoche”. Y ahora fue por más al poner la cámara en la vida de Mason, desde los 6 hasta los 18 años.
El subtítulo “Momentos de una vida” funciona a la perfección, porque no hay una trama básica de inicio-nudo-desenlace, son instantáneas con amores, desencuentros, angustias y alegrías en el seno de una familia disfuncional. Ver la transformación real de los personajes es impactante. Va por 6 estatuillas: mejor película; director (Linklater); actor secundario (Ethan Hawke); actriz secundaria (Patricia Arquette); guión original y montaje.
Pocas chances. Para muchos, Bradley Cooper es el eterno postergado en la lucha por los Oscar. Pero, aunque sea candidato, no debería ganar por su trabajo en “Francotirador”, donde apenas saca un aprobado en su interpretación de Chris Kyle, apodado “La leyenda” por su récord de muertes como francotirador del ejército norteamericano. Otra película candidata basada en un caso real, pero con gusto a poco.
El filme de Clint Eastwood, que fue olímpicamente ninguneado en la categoría de directores, tiene 6 candidaturas, y no sería de extrañar que salga zapatero en lo que sería el gran fracaso de la ceremonia en el ex teatro Kodak. Compite por mejor película; actor (Cooper); guión adaptado; sonido; edición de sonido y montaje.
“La teoría del todo” atraviesa el derrotero de uno de los astrofísicos más lúcidos del mundo: Steven Hawking. Basada en un libro escrito por su ex esposa, la película refleja la pulsión vital de alguien prácticamente condenado a muerte por un problema de salud. En una memorable actuación de Eddie Redmayne (irreconocible como el villano en “El destino de Júpiter”), el filme tiene un logrado equilibrio entre la temperatura emocional y el registro documental.
La realización de James Marsh pelea en 5 categorías: mejor película; actor (Redmayne); actriz (Felicity Jones); guión adaptado y banda sonora. No llega lo suficientemente fuerte a esta premiación, es candidata a llevarse poco y nada.
Si hay una película en estos Oscar dedicada a los músicos, en especial a los bateristas y en general a todos los artistas, ésa es “Whiplash” (aunque “Birdman” los enfoca desde la ironía). Habría que hacer un piquete en el Dolby Theatre si no gana J.K Simmons como actor de reparto, porque ni Robert Duvall, Ethan Hawke, Mark Ruffalo y Edward Norton están a la altura de la perversa criatura que compuso como profesor de música del exigente Conservatorio de Costa Este.
El filme genera momentos de tensión e impotencia en el espectador, la misma que sufre Andrew Neiman (sorprendente Milles Teller, debería haber sido nominado en lugar de Bradley Cooper), un joven y ambicioso baterista de jazz. “Whiplash” pone en duda los métodos de enseñanza y las autoexigencias de crecimiento profesional, al tiempo que plantea hasta qué punto la admiración a alguien idealizado puede llegar a ser tan traumática como seductora. Va por 5 nominaciones: mejor película; actor de reparto; guión adaptado; sonido y montaje.
Sin estreno. “Selma” es la última en todo. La última en la lista de nominadas, ya que sólo pelea por mejor película y canción original (“Glory”, de John Stephens y Lonnie Lynn), y la última candidata en estrenarse. Es más, el filme de Ava Duvernay tuvo su lanzamiento nacional el jueves pasado, pero aún no se estrenó en Rosario.
Estructurada en base a la tozuda lucha de Martin Luther King por el derecho a voto de los negros en Alabama, la película deja una frase memorable, dicha por un activista afroamericano a Luther King, cuando ambos estaban en la cárcel: “Somos unos bichos orgullosos, construiremos el camino piedra por piedra”.
Estas palabras bien podrían decirlas cada uno de los protagonistas de las otras siete candidatas al Oscar, desde los genios como Stephen Hawking y Alan Turing, de “La teoría del todo” y “Código enigma” respectivamente, hasta el actor Riggan Thomson, de “Birdman”, y el baterista Andrew Neiman, de “Whiplash”. Solos en el mundo, y solos contra el mundo.