"Soy un camionero, tuve un desperfecto mecánico y necesito hablar por teléfono para pedir un auxilio". Así se presentó ayer, muy temprano —no había amanecido— el hombre que golpeó la puerta de la seccional 8ª de San Jerónimo Sud. Apenas le franqueó el paso, uno de los dos policías que estaban allí comprendió que había caído en una trampa: detrás del chofer entraron otros cinco sujetos. Pero ese no fue el único ardid: minutos más tarde, y con los uniformados bajo control, los recién llegados —dos de ellos vestidos como policías— se subieron al patrullero y se dirigieron al Banco Macro, de donde se llevaron una suma que fuentes policiales estimaron en unos 300 mil pesos que sustrajeron del cajero automático y de las cajas de atención al público.
El golpe, concretado prácticamente sin violencia, pareció planeado hasta el mínimo detalle. Según fuentes policiales, eran las 6.45 de ayer cuando seis hombres de entre 30 y 35 años llegaron en un auto a la comisaría de San Jerónimo Sud, un pueblo de 3.000 habitantes ubicado a 37 kilómetros de Rosario por la vieja ruta 9, en el departamento San Lorenzo.
Sencillez. Una vez que el falso camionero ingresó en la comisaría de Nápoles al 100 todo fue sencillo para los delincuentes. Con pistolas calibre 9 milímetros, y dos de ellos vistiendo uniformes policiales, rápidamente los hampones encañonaron a los efectivos y los maniataron.
Entonces recogieron la llave del patrullero y fueron hacia la sucursal bancaria ubicada en Nápoles 256. Pero antes se apoderaron de otras cuatro pistolas calibre nueve milímetros, una ametralladora FMK3 y una escopeta calibre 12.70 que había en la seccional.
Mientras tanto, los seis empleados del banco Macro recién llegaban para iniciar su jornada laboral. La entidad abre sus puertas a las 7.15 y todavía estaba allí la agente que cumple un servicio adicional de 24 horas a raíz de que se están realizando trabajos de refacción.
Otro truco. Los ladrones recorrieron en segundos la media cuadra que separa la comisaría del banco y estacionaron el patrullero frente a la entidad. Entonces desplegaron un nuevo ardid para engañar a la mujer policía que custodiaba el local.
Uno de ellos, vestido con un uniforme policial, se bajó del patrullero, cruzó la calle y encaró con normalidad a la mujer policía: "Buen día, vengo a relevarte", le dijo con convicción el policía recién llegado. La uniformada no dudó un instante y le franqueó el paso. Luego terminaría junto con sus compañeros, maniatada en la comisaría.
Detrás del falso policía entraron sus cinco cómplices. A punta de pistola inmovilizaron a los azorados empleados del banco. Sin lastimar a nadie, los intrusos se dividieron las tareas: algunos fueron a las cajas de atención al público y se llevaron el dinero. Otros se dirigieron al cajero automático ubicado en forma contigua a la puerta de ingreso al banco y recogieron el efectivo.
Así, en minutos se marcharon con una cifra que anoche fuentes policiales estimaban en unos 300 mil pesos. "Luego del arqueo, los empleados indicaron que había unos 250 mil en el cajero automático y cerca de 50 mil en las cajas chicas", sostuvo un vocero de la policía sanlorencina entrevistado en canal 5.
Esfumados. Con el botín en su poder, los asaltantes dejaron abandonado el patrullero y se esfumaron en un auto con rumbo desconocido.
Seis horas después, la calle del banco estaba cercada con dos vallados perimetrales instalados por la policía. El comisario Daniel Corbellini, jefe de Orden Público de la Unidad Regional XVII del departamento San Lorenzo, supervisaba la investigación de lo ocurrido.
"Después del robo implementamos los mecanismos para el cierre de rutas, más allá de que pueden haber escapado por caminos rurales. Además la policía científica de la Unidad Regional II analizará las imágenes de las cámaras de videovigilancia", explicó.
Anoche los pesquisas habían observado parte de las grabaciones de las cámaras del banco así como de otras instaladas en la autopista Rosario-Córdoba y sobre la ruta 9, que son las vías de acceso por donde se llega a San Jerónimo Sud.
En este sentido, voceros policiales indicaron que podían verse los rostros de algunos de los delincuentes, que actuaron a cara descubierta. También los policías maniatados realizaron reconocimientos fotográficos en la Unidad Regional II.
El atraco es investigado por el juzgado de Instrucción de turno en feria de Rosario.