Es cara o seca. O se consagra o se conforma con el segundo puesto, una posición
destacable pero que siempre acarrea un cierto dolor. Estudiantes intentará hoy concretar una hazaña
cuando visite a Inter de Porto Alegre en el partido revancha de la final de la Copa Sudamericana,
ya que cayó por 1 a 0 en el choque de ida.
El Pincha, que para salir campeón deberá echar mano a su vieja mística copera,
ésa que le permitió obtener en el pasado cinco títulos internacionales: las Copas Libertadores de
1968, 1969 y 1970, la Intercontinental de 1968 y la Interamericana de 1969.
Una victoria por 1-0 le permitirá ir a una definición por penales, mientras que
para dar la vuelta olímpica en forma directa deberá ganar por dos goles de diferencia (en la final
no cuentan los goles como visitante).
El entrenador de Estudiantes, Leonardo Astrada, hará ingresar a Matías Sánchez
por Rodrigo Braña, expulsado en el encuentro de ida.
El técnico también mantiene una duda por línea: Cristian Cellay o Raúl Iberbia
en la defensa, Iván Moreno y Fabianesi o Diego Galván en el mediocampo y Gastón Fernández o Juan
Manuel Salgueiro en la delantera.
El platense se entrenó ayer en la cancha de Gremio, pero Astrada no despejó las
incógnitas.
El trabajo comenzó con ejercicios físicos y movimientos livianos. Luego, los
jugadores realizaron un partido de fútbol en espacios reducidos, siempre en un clima
distendido.
"La idea es salir a buscar el partido, obviamente tomando los recaudos
necesarios. Esa va a ser la propuesta que vamos a tener desde el primer minuto", afirmó Astrada,
quien se mostró confiado en "dar vuelta" la historia.
"Va a ser un partido muy duro y lo ganará aquel equipo que viva el partido con
gran intensidad, que cometa menos errores, que sepa aprovechar sus momentos para poder convertir y
fundamentalmente que nosotros podamos mantener la concentración".
Por el lado del Inter, ingresaría Andrezinho (André Luiz Tavares) en lugar del
ex Newell's Pablo Guiñazú, expulsado en el partido de ida.