A pesar del importante volumen que dejó la cosecha de granos de este ciclo, los
referentes del sector de laboreos, cosecha y transporte definieron al presente como “un mal
año”, debido al retraso que muestran las tarifas para realizar diversas tareas.
En esa línea, Jorge Scoppa, titular de la Federación Argentina de Contratistas
de Maquinarias Agrícolas (Facma), señaló que “a pesar del volumen que hemos tenido en
toneladas, es un al año porque no se pudo cobrar la tarifa que habíamos tramitado”. Al
respecto explicó: “Hemos estado hasta un 30 por ciento por debajo de lo que es nuestra
tarifa”.
De acuerdo con estudios realizados por analistas de la entidad, “el atraso
en las tarifas que percibimos es evidente, porque estamos atados a un precio de cereal de hace dos
años, mientras que los insumos que usamos, como combustibles y derivados del caucho, aumentaron
notoriamente”, remarcó Scoppa.
Sobre el tema, agregó que “es muy difícil la situación si no mejoran los
precios de los cereales. Y no lo van a hacer hasta que haya una quita prudencial de las
retenciones. Todo pasa por ahí”, expresó el dirigente.
Consultado sobre las perspectivas, Scoppa consideró que, a pesar del atraso
“no se van a tocar las tarifas mientras el precio del combustible siga dentro de los
3,60/3,80 pesos por litro, que es nuestro insumo fundamental”.
Inversiones de coyuntura
No obstante, aclaró que con estos precios “apenas amortizamos nuestras
cuotas y no estamos preparados para hacer nuevas inversiones importantes, como cosechadoras o
sembradoras”, dijo y agregó que “simplemente se invierte en cosas pequeñas y algo se
hace por medio del crédito, aunque cuesta mucho amortizarlos”.
Respecto al tema combustibles, también expuso que el gasoil para los motores
electrónicos, “que necesita una calidad adecuada para su funcionamiento, está a 4/4,10 pesos
por litro. El gasoil venezolano (más barato) es rústico y daña a las máquinas de nueva generación.
Ese problema ya lo habíamos tenido el año pasado, y reclamamos al Ministerio de Agricultura de la
Nación”, explicó.
En su opinión, este año mejoró la calidad del combustible y, al respecto,
destacó: “Tengo entendido que se importa del Golfo de México, y ya no se trae tanto
combustible de Venezuela, porque es muy malo y daña los motores. Además, los gastos de reparación
son terribles. Hoy un sistema electrónico cuesta entre 20 mil y 30 mil pesos, sólo por no usar un
combustible adecuado”, afirmó.
Desafío de producción
Scoppa también advirtió que los contratistas “están al límite”. El
dirigente fundamentó sus apreciaciones al expresar que “este país no se puede quedar sin
inversión. Necesitamos superar ampliamente las toneladas de producción que logramos tenemos
actualmente. Si no superamos los 100 millones de toneladas van a quedar máquinas paradas”,
acotó.
Dijo, sin embargo, que a veces “por políticas equivocadas, la siembra cayó
en maíz, en trigo, y aunque tuvimos cosecha record de soja, en la situación de Argentina eso solo
no sirve. Hoy nos sirve volver a lo que fuimos, a aquellos 7 millones de hectáreas sembradas con
trigo para cosechar unos 18 millones de toneladas, y lograr una gran producción de maíz comercial,
que es lo que da valor agregado y genera riqueza al país”, concluyó.