El presidente estadounidense, Barack Obama, canceló ayer el encuentro con su par ruso Vladimir Putin previsto para septiembre, en represalia por la decisión de Moscú de brindar asilo al fugitivo ex contratista de una agencia de espionaje Edward Snowden. La cancelación del encuentro marca un nuevo mínimo en años en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos desde que Obama se embarcó en una "restauración" de los lazos para intentar obtener más cooperación diplomática, sólo para finalmente hallar que las profundas diferencias continúan. "Tras una cuidadosa revisión, hemos llegado a la conclusión de que el progreso reciente en nuestra agenda bilateral con Rusia no es suficiente para mantener una cumbre Estados Unidos-Rusia a comienzos de septiembre", indicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. "Dada nuestra falta de progreso en los últimos 12 meses en temas como defensa misilística y control de armas, relaciones comerciales, asuntos de seguridad global y derechos humanos, hemos informado al gobierno ruso que creemos que sería más constructivo posponer la cumbre hasta que tengamos más resultados en nuestra agenda común", agregó Carney.