El presidente Alberto Fernández mantuvo ayer una reunión con el primer ministro británico, Boris Johnson, en un encuentro que realizaron en Alemania, epicentro de la cumbre del G7. Si bien ambos hablaron de una potencial complementariedad económica entre ambos países, el mandatario argentino señaló que no existe posibilidad de avances mientras no se comience una negociación por la soberanía de las Islas Malvinas.
En una conferencia de prensa realizada ante los medios argentinos presentes en Alemania, el jefe de Estado argentino informó que el diálogo bilateral incluyó la temática de la guerra en Ucrania y otros temas, pero que todo intercambio era imposible sin tratar la cuestión del Atlántico Sur.
La reunión bilateral había sido solicitada por el Reino Unido en el marco de la cumbre del G7 que se desarrolla en Munich, Alemania, hasta hoy. “Johnson me agradeció la participación en el G7 y escuchó las particularidades de la posición argentina sobre Ucrania. Pero en un momento le dije: ‘Quiero ser honesto con usted, es difícil que nos podamos sentar a hablar de otros temas sin sentarnos a hablar de Malvinas’”, relató el mandatario.
Según pudo reconstruir Télam, el encuentro, que duró media hora y se concretó en el castillo bávaro de Elmau, se inició con el intercambio sobre Ucrania con posiciones bien diferentes: mientras que el británico sostiene un apoyo abierto y apuesta a una victoria militar de Kiev, Fernández señaló la necesidad de establecer negociaciones entre ambos países. Acto seguido, el líder del partido conservador comentó acerca de la potencialidad que existe en la Argentina respecto de la agricultura, el gas y los minerales.
Fernández señaló el carácter verdadero de todas esas afirmaciones, pero tal como declaró después en la conferencia, le dijo que no existe posibilidad de avance de no mediar una negociación por la soberanía de Malvinas.
Johnson primero comentó que el tema se encuentra cerrado hace 40 años y defendió la autodeterminación de los isleños tal como lo hace en el caso ucraniano, afirmación que mereció una respuesta del jefe de Estado en el sentido de que aquello que sucedió en 1982 fue una guerra y que, sin embargo, el Comité de Descolonización de la ONU vota, año tras año, la resolución que manda a una negociación entre las partes.
Fernández dejó en claro que Malvinas no es “un tema más”, sino que se siente en las calles. En ese sentido, reiteró que la Argentina está lista para retomar el diálogo de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas.
Además, pidió el restablecimiento de vuelos regulares entre las islas y el territorio continental argentino con la aerolínea de bandera.
La periferia
El presidente también se mostró satisfecho por haber llevado “la voz del continente” y haber reclamado al Norte global “que preste atención a la periferia” durante su participación como mandatario invitado en la cumbre del G7.
“Hace dos meses, cuando estuve en Europa con el canciller (alemán, Olaf) Scholz y con (el presidente francés, Emmanuel) Macron, les manifesté mi preocupación por la situación que el mundo atravesaba, y les dije que América Latina no era ajena y el Caribe tampoco”, explicó.
En ese sentido, recordó haberles planteado la necesidad de “discutir la situación del presente como un mundo” que todos integran.
“De allí surgió la propuesta del canciller Scholz de invitarme como presidente de Celac, como presidente de Argentina, de invitar al presidente de la Unión Africana, de sumar a India y a Sudáfrica y a Indonesia, presidenta del G20 este año. Pudimos conformar ese mundo para discutir”, analizó.
Respecto de las actividades desarrolladas en el castillo bávaro de Elmau, Fernández dijo que “fue muy importante poder traer la voz del continente” americano en su carácter de titular de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
“Esta guerra está generando el aumento de los precios de la energía, está haciendo carecer de energía a Europa y parece ser el prolegómeno de una hambruna para 300 millones de habitantes”, alertó.
Entre otros puntos planteados, Fernández pudo señalar el compromiso de Argentina “con el tema del cambio climático” y señaló la injusticia que significa para muchos países emergentes el modo en que se trata esta problemática, ya que “el hemisferio sur es proveedor de oxígeno”, puntualizó.
“Pudimos contarle al mundo nuestra visión, y pudimos reclamarle al G7 que preste atención a la periferia”, reafirmó Fernández.