Algunos barrios de Rosario son zonas de tensión. Sobre todo los que sufren amenazas permanentes de usurpación, un fenómeno que está castigando a ciertos sectores débiles de la ciudad, que deben convivir con esa intranquilidad perturbadora. En los últimos días se produjeron incidentes de ese tipo en zona oeste y en el complejo habitacional Zona Cero, en Nuevo Alberdi.
Las denuncias de los vecinos por usurpaciones en terrenos públicos se multiplican en distintos puntos de la ciudad.
Y los hechos van demostrando que la inseguridad de los habitantes de estos barrios se van transformando en casos concretos de ocupación.
Esto pasó en una cancha en la esquina de Guatemala y Viamonte, en la zona oeste de Rosario. Habitualmente, los predios deportivos suelen sufrir esta clase de irrupciones. Y si las autoridades y la policía no actúan con premura, esas usurpaciones se pueden llegar a transfromar en asentamientos muy complicados de desalojar, y de manejar urbanísticamente.
Una usurpación de mayores características se desarrolló el último fin de semana en el extremo norte del complejo Zona Cero. Allí un grupo de 66 familias se metió en un terreno privado sobre Cullen y Ugarte, lindero al barrio ejecutado por la provincia.
Así, una vez más volvieron los padecimientos alrededor de este emprendimiento en Nuevo Alberdi, ya que estas familias ingresaron a un terreno baldío y reclamaron poder comprar la hectárea usurpada, luego subdividirla y comenzar a construir viviendas.
Los mismos vecinos denunciaron que en este movimiento existen punteros que agitan y apuran situaciones. Este tipo de actos generalmente termina o evidencia agresiones o amenazas a los habitantes del lugar.
La invasión al predio fue paulatina, ya que primero comenzaron con trabajos de desmalezamiento y desinfección porque se detectaron roedores en el lugar. Y luego intentaron subdividir precariamente el lote con cables y cintas, y hasta se ubicaron carpas y lonas.
Luego la policía los obligó a retirarse sobre el borde del terreno. La Zona Cero sigue siendo un lugar de conflictos sociales y urbanos que no encuentran solución en lo inmediato.