"No queremos clientes que agradezcan un plato de comida, sino ciudadanos con derechos", enfatizó la intendenta Mónica Fein. La frase cerró la presentación de un remozado plan social en el Distrito Sur. Se trata de una refuncionalización de las políticas de inclusión con varios ejes de trabajo donde figuran los Centros de Convivencia Barriales, el principal ariete para captar a los jóvenes sin estudio ni trabajo. En este marco, unas 700 familias de los barrios Ayacucho, Yrigoyen, Flamarión, La Tablada y Molino Blanco trabajarán en ese ámbito en su promoción social, económica y cultural.
"La mirada a la problemática social cambió, es mucho más amplia y busca respuestas integradas", explicó la titular de Promoción Social, Cecilia González. Y dijo que antes la puerta de entrada al problema de la exclusión era la primera infancia en los Centros Crecer, pero que en la actualidad es necesario hablar de un Plan de Convivencia Barrial, al que definió como una propuesta de participación integral donde la Municipalidad está presente en las familias más vulnerables de cada uno de los barrios de Rosario.
Mirada. Para González, se trata de "una nueva mirada a la nueva realidad que hoy tiene la ciudad". Y aclaró que por familia vulnerable debe considerarse quienes en algún momento perdieron algún derecho. A modo de ejemplo, citó el caso de madres adolescentes o personas privadas de su libertad, o con jóvenes que abandonaron su escolaridad y no trabajan o con niños y adolescentes que no pueden continuar en la escuela.
"Estos Centros de Convivencia Barrial priorizan esas familias", acuñó González. Y enumeró los cinco centros que funcionan en el Distrito Sur con actividades concretas de promoción e inclusión: Yrigoyen, Ayacucho, Flamarión, La Tablada y Molino Blanco. Además, y desde el punto de vista metodológico, señaló que hay dos llaves maestras para acercarse a quienes están padeciendo la exclusión: convocatoria y acompañamiento. En el primer caso se refiere a registrar y estar presente en cada una de las familias y en el segundo, contener y construir juntos un camino logrando un vínculo.
Así planteada la acción, González aseguró que habrá prioridades. Una de ellas será la primera infancia, con hábitos, juegos y recreación y una etapa posterior trabajará la permanencia en el sistema educativo, entrando en juego los clubes barriales y polideportivos. Otro eje será la "alfabetización digital, sin la cual en el futuro no tendrían posibilidades". En el Distrito Sur esta instancia comenzó en el Centro de Convivencia Ayacucho. Como segunda prioridad, los jóvenes se llevarán todos los esfuerzos que incluyen su permanencia en el sistema educativo formal y no formal.
Ciudadanos. "Cuando uno habla de políticas sociales define lo que piensa de las personas que aún no tienen sus derechos", dijo Fein. "Hay una forma clientelar que no compartimos, nosotros hacemos construcción de ciudadanía, como venimos haciendo desde hace veinte años", enfatizó la intendenta y redobló la apuesta: "No tenemos clientes ni beneficiarios de planes, sino vecinos capaces de participar en la construcción de una sociedad más igualitaria, y Rosario es la única que puede mostrar esto en el país".
"Nadie en esta ciudad puede decir que para conseguir un medicamento tuvo que asegurar que le gustaba nuestra política, lo mismo para participar de actividades culturales, porque queremos ciudadanos con libertad y autonomía", aseguró la jefa comunal y anunció que Rosario será sede de un seminario internacional para abordar este tema.