Después de un año y medio de conflicto a cielo abierto, y con misiles todavía en el aire, la Casa Gris y los senadores fijaron para la semana que viene una serie de reuniones en las que buscarán sellar la paz, o al menos un armisticio.
Por Mariano D'Arrigo
La oposición en el Senado valora el discurso dialoguista de Perotti pero quiere hechos concretos.
Después de un año y medio de conflicto a cielo abierto, y con misiles todavía en el aire, la Casa Gris y los senadores fijaron para la semana que viene una serie de reuniones en las que buscarán sellar la paz, o al menos un armisticio.
Tras una larga saga de desencuentros y acusaciones recíprocas, el último jueves partieron convocatorias tanto desde la Cámara alta como desde el ministerio de Gobierno, encabezado por Roberto Sukerman.
En una sesión en la que los legisladores, sobre todo los radicales, dispararon munición gruesa contra Omar Perotti y su gobierno, el Senado aprobó un proyecto de resolución impulsado por la UCR y el PJ de relación tirante con el rafaelino para invitar a Sukerman “a brindar explicaciones sobre su cartera”.
“Queremos ver si lo que no conseguimos a través de gestiones que siempre fueron habituales lo obtenemos en la Cámara —dijo a La Capital el jefe de la bancada radical, Felipe Michlig—. Queremos evacuar dudas y consultas y cumplir con la premisa que planteó el gobernador en su discurso”.
La idea es que Sukerman concurra el próximo miércoles, o bien el jueves, antes de la sesión del Senado.
El titular de la cartera política recogió el guante. “Hay una coincidencia de voluntades: está bueno que los senadores quieran hablar conmigo porque yo quiero hablar con ellos”, dijo a este diario.
En este sentido, Sukerman envió su convocatoria a la Cámara alta. En el marco de la ronda de diálogo político, que terminará el lunes con partidos aliados del peronismo, el ex concejal rosarino invitará para la semana que viene o la próxima a los distintos bloques parlamentarios. Dada la situación particular que atraviesa la Cámara de Diputados por el delicado estado de salud de Miguel Lifschitz primero será el turno de los espacios del Senado.
Con los bloques se usará el mismo esquema que con los partidos: de los más lejanos a los más cercanos. Primero será el turno de la bancada que comanda el sanlorencino Armando Traferri, luego la de Michlig y finalmente la de Alcides Calvo, que lidera el espacio alineado con Perotti.
El discurso conciliador que pronunció el gobernador ante la Asamblea Legislativa el último sábado marcó un cambio de estrategia del oficialismo, al menos en el plano discursivo, después de chocar sistemáticamente contra la pared.
De todos modos, el acuerdo no será sencillo. En la oposición valoran el espíritu dialoguista pero quieren hechos concretos. También, que todo el gabinete cambien el chip: en la UCR les quedó tatuada la comparación de Sukerman con jeques y príncipes por la bronca que mostraron los radicales por no ser invitados a ciertas actividades en su territorio. Más, cuando encabezan los comités departamentales de emergencia contra la pandemia.
“Hay funcionarios que tienen que asumir que la dictadura se terminó el 10 de diciembre de 1983, se manejan como un gobierno no democrático —disparó Michlig— A nosotros nos eligió la voluntad popular, el ministro no pudo llegar a ser intendente porque eligieron a otro candidato”.
Para Sukerman el planteo del radicalismo es “infantil”. “No hay de parte del Ejecutivo un espíritu de ningunear a los intendentes y jefes comunales de otro color político —aseguró—. Hoy (por ayer) estuve en el departamento Caseros y convoqué a todos los jefes comunales, y la mayoría son del Frente Progresista”.
Pero además, para el gobierno se abre una oportunidad para acercar posiciones con el otro bloque peronista del Senado. Las tensiones entre el Ejecutivo y el espacio de Traferri empezaron incluso antes de la asunción de Perotti y escalaron hasta la ruptura del bloque a finales del año pasado, en el marco del escándalo por la causa de juego clandestino.
El propio ex intendente de San Lorenzo consideró “muy valioso” el discurso de Perotti y blanqueó: “Empezamos a tener más comunicación con el Ejecutivo, espero que se profundice y continúe”.
Sukerman se entusiasmó: “Bienvenidas las declaraciones de los senadores que en la campaña apoyaron a Perotti pero después no terminaron acompañando los proyectos. Bienvenido si podemos retomar el diálogo y que sea un punto de inicio”.
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