A 20 meses del brutal asesinado de Maximiliano Storani, el muchacho casildense de 19 años que estuvo desaparecido 22 días y fue hallado sin vida en un baldío de la ciudad, la Sala IV de la Cámara Penal de Rosario confirmó los procesamientos de dos jóvenes acusados de haberlo matado a golpes.
Se trata de Adrián Alonso, de 20 años, y Damián Pinat, de 22, quienes irán a juicio por el delito de homicidio calificado con alevosía y agravado, tal como habían sido procesados por la entonces jueza de Instrucción de Casilda, Silvia Nogueras, a un mes del cruel crimen la madrugada del 12 de agosto de 2011.
Del episodio, que sacudió a la localidad de Casilda, también está acusado Lucas P, que todavía continúa a disposición del Juzgado de Menores, aunque ya cumplió la mayoría de edad.
Asimismo, además de Alonso y Pinat, fue procesado en primera instancia Gustavo Blásquez, de 19 años, acusado de encubrimiento agravado, por la compra del teléfono que le sustrajeron a la víctima antes de ser asesinado.
Según se pudo establecer, el primer encuentro de Maximiliano con sus matadores fue en un bar céntrico donde lo molestaron para luego invitarlo a la casa de Pinat donde se reunieron con otros jóvenes para beber, aunque la víctima sólo comió semillitas de girasol. Maximiliano se fue solo del lugar apenas comenzada la madrugada del 12 de agosto de 2011 y al encontrarse ya en la vía pública con los tres involucrados en el crimen comienzan a pegarle hasta tirarlo de su biclicleta.
Allí Alonso se habría apropiado de su celular, por lo que la víctima empezó a perseguirlos pidiéndole que se lo devolvieran. Los alcanzó en el mismo lugar del robo, Ovidio Lagos y Catamarca, donde nuevamente lo atacaron y lo llevaron a fuerza de empujones y golpes hasta el baldío ubicado en cercanías del museo municipal donde le propinaron innumerables patadas y golpes de puño hasta que lo remataron con un ladrillo en la cabeza, el cual fue encontrado debajo de una losa ubicada a unos 50 metros del trágico escenario. Las pericias determinaron que la sangre que lo cubría coincidía con el mismo grupo del muchacho asesinado.
En un cañaveral.Al cuerpo lo dejaron oculto en el fondo del terreno entre medio de un cañaveral y cuando fue hallado, tras 22 días de búsqueda, se encontraba en avanzado estado de descomposición y en algunas partes literalmente comido por perros.
La jueza Nogueras consideró además que Maximiliano no se pudo defender ante la cantidad de atacantes, por ser de noche y por su personalidad, con problemas madurativos. "Tragedia", "ferocidad" y "trato impiadoso", fueron algunos de los términos utilizados por la ya jubilada jueza de Instrucción.
Blasquez, acusado por encubrimiento, fue descubierto dos días después de que se hallara el cuerpo de la víctima, cuando fue detenido por una denuncia de índole sexual.
La Sala IV de la Cámara Penal confirmó el fallo de primera instancia, y resaltó la "situación de indefensión" en la que estuvo Maximiliano en todo momento.
La defensa de Pinat recaló en la Cámara de Apelaciones con el reclamo de una causa a prueba, al considerar que sólo debía ser procesado por "lesiones, ya que no tuvo intervención en los golpes que determinaron el deceso, y tampoco en la sustracción del celular".
Juntos.Sin embargo, los camaristas aclararon que "se aprecia claramente de las exposiciones que Pinat brinda en sede policial, que luego de que golpearan a Storani y le robaran sus efectos, el damnificado les seguía exigiendo la devolución de lo sustraído, y le volvieron a pegar —incluso el mismo Pinat— permaneciendo en definitiva los tres juntos —los dos imputados mayores y el menor— hasta el momento del desenlace fatal, luego del cual también juntos se retiran los tres después de que se ocultara el cuerpo entre las malezas".
Los jueces advirtieron "discordancias entre las declaraciones de los tres involucrados en cuanto a la sucesión de acontecimientos. Estima la sala que no existen a esta altura elementos de juicio suficientes para priorizar, como la defensa de Pinat pretende, el relato de su cliente por sobre el de sus consortes de causa".
También sostienen: "Es que más allá de cuál haya sido la razón del inicio de la agresión, lo cierto es que en su transcurso se verificó una sustracción, luego de la cual Pinat admite haber continuado también él agrediendo físicamente a la víctima como lo había hecho también antes". Por eso, agregan, "en ese marco resulta desajustada la pretensión de asumir responsabilidad sólo por alguna lesión que pudo haber causado con los golpes que propinó a Storani, cuando la realidad indica que se verificó no solo un delito de lesiones, sino un robo con resultado de homicidio en el cual Pinat tomó parte, y eso lo coloca como coautor con independencia de quién propinó el golpe mortal".