Buenos Aires.- El ex policía federal y actor televisivo Fabián Marcelo Rodriguez, quien personificó a "Cirilo Tamayo" en la telenovela Señorita Maestra durante la década del 80, fue condenado ayer a 4 años de prisión como coautor de un robo cometido en un maxiquiosco de Palermo en 2004, hecho en el que murió su cómplice Julio Silva, el actor que en esa misma serie encarnó el personaje de "Siracusa".
La condena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal 20, que concluyó que Rodriguez fue quien proveyó el arma con la que Silva y otro ex efectivo, que también murió en el hecho, intentaron robar en un maxiquiosco de avenida Córdoba 4545 donde perdieron la vida al tirotearse con un policía de la seccional 25ª.
Fuentes judiciales informaron que, a pesar de haber sido condenado, "Cirilo Tamayo" no irá preso ya que la sentencia dictada por los camaristas Luis Niño, Pablo Laufer y Diego Barroetaveña aún "no está firme".
Rodriguez, quien estuvo cinco meses detenido por el trágico atraco, se desempeñaba como numerario en la seccional 19ª de la Policía Federal al momento del asalto, cometido en jurisdicción de la comisaría 25ª. Justamente a esa última dependencia pertenecía el policía Ricardo Maldonado, quien sorprendió a "Siracusa" y a un cómplice, Marcelo Sosa, ambos ex efectivos exonerados de la Federal, cuando asaltaban el maxiquiosco. Entonces se desató un tiroteo y el agente en actividad mató a balazos a los malhechores.
Rodriguez junto a los dos hombres muertos en el robo integraban el grupo musical "Los Siracusa", el que habían conformado cuando fueron echados de la policía en 2002.
El fatídico asalto ocurrió el 14 de junio de 2004 cuando Silva y Sosa intentaron cometer un robo en el comercio y Rodríguez, según la investigación, actuó como "campana".
En la etapa de instrucción de la causa se dio por probado que "Cirilo Tamayo", quien en ese momento estaba en actividad en la fuerza, le prestó su arma reglamentaria a uno de sus cómplices para que intimidara a los dos quiosqueros que atendían el local. —
Tras pasar cinco meses en el penal de Marcos Paz, el ahora condenado proclamó su inocencia, como a lo largo de toda la causa: "Quiero que cuando mi hijo sea grande sepa que se equivocaron con tres personas", en alusión a sí mismo y a sus dos ex colegas muertos.